TE MALTRATO... PERO TE QUIERO

TE MALTRATO… PERO TE QUIERO

Lamentablemente, es común observar relaciones amorosas, por llamarlas de alguna manera, en donde la violencia física, verbal, psicológica, e incluso espiritual, están a la orden del día. Relaciones en donde la intolerancia y el irrespeto son confundidos con amor; en donde existen personas golpeadas y humilladas y luego la pareja le pide perdón por el daño y lo hace bajo la justificación de un ” … pero te quiero”. Creo que todas en algún momento de nuestras vidas lo hemos vivido o hemos visto a alguien cercano en una situación de esta índole.

¿Cómo es posible que un ser que dice amarte pueda tratarte mal? ¿En qué consiste el amor?. Desafortunadamente, vivimos o fuimos criadas en una sociedad matriarcal, pero con un marcado enfoque machista. Puedo decir sin temor a equivocarme que las mujeres creamos hombres machistas y vaya que somos buenas haciéndolo.

Si la mala bebida o un día difícil en el trabajo son excusas para que puedan vejarte y maltratarte, entonces él no tiene ningún problema, el problema está en ti, y no porque seas la culpable de su frustración, bajo ningún concepto, sino porque permites que esto sea parte de la rutina de amor, un golpe pero te quiero, una humillación en público pero te quiero, y así un día tras otro en nombre del “amor”.

“…Pero te quiero” ¿Que significa el amor en una relación tormentosa?

Confundimos en muchos casos el amor con la dependencia. Hay relaciones en donde el amor murió hace rato, pero queda una convivencia de dependencia, bien sea económica, emocional o filial. Solemos escuchar: “estamos juntos por los niños”, y quizás pienses que es válido, pero las estadísticas han demostrado que en el 100% de los casos de niños criados bajo esos términos, crecen convirtiéndose en adultos problemáticos, ya que absorben todo el reproche, la queja o el rencor existente entre sus padres, arrastrando por ende serios problemas emocionales.

Al convivir bajo una situación como ésta, piensa: Más que hacerles un favor en aras de darles un hogar a tus hijos, lo que haces es llevarlos a sumergirse en futuros problemas emocionales que los llevarán a cometer los mismos errores de sus padres o incluso peores, y ésto es lo que se denomina en psicología, patrones conductuales.

Un claro ejemplo de ellos es que los hijos de una madre maltratada serán unos maltratadores o se dejaran maltratar por otros. Cuando tu hijo se convierte en un bravucón, no es por culpa de la sociedad, sino por culpa del hogar, y se ha demostrado que los hijos de hogares en conflicto terminan por ser seres problemáticos en el colegio, debido a la violencia observada a diario en su casa.

Pensar que es más adecuado quedándonos en un hogar tóxico por el bienestar de nuestros hijos, lamentablemente es un error garrafal que no sólo pagarás tu, sino que lo harán quienes más amas en la vida, que son tus hijos.

“Se nos ha dicho que aceptar la manera de ser de las parejas es un requisito imprescindible y necesario para que la relación prospere, sin embargo, esta premisa es válida siempre y cuando el estilo del otro no atente contra mi seguridad física y psicológica” – Walter Riso.


Cuando un “pero te quiero” viene acompañado de una humillación.

Es triste observar mujeres que soportan tratos inhumanos en muchos casos, “por amor” a alguien que no las valora en lo absoluto. Cuando un hombre o tu pareja te trata mal, sea a solas o en compañía, pero luego te pide disculpas alegando excusas tontas y prometiendo que no lo harás más, un “pero te quiero”, es algo que generalmente convence a más mujeres de las que podemos creer, y tristemente, este tipo de relaciones se vuelve un circulo vicioso en donde las excusas van a la par del maltrato.

En muchos países, este tipo de situaciones termina de forma fatal. En el mundo existen altos índices de homicidios contra las mujeres, ya que un golpe comúnmente no se queda allí, más bien se va transformando con el tiempo en algo mucho peor. Tristemente muchas mujeres que son víctimas de violencia domestica no denuncian a su atacante, por miedo a represalias en el ámbito físico, económico e incluso emocional. Por ello, lo recomendable es que se denuncien este tipo de situaciones, así no solo te ayudaras a ti misma sino a los tuyos también.

Señales de alerta.

Este tipo de personas que te humillan, celan, te tratan mal, se conoce como personas toxicas, y este tipo de personas usan el amor como una excusa para convertirse en un parásito que se alimenta de tu energía y vitalidad. En los amores tóxicos comúnmente se usa el espíritu de la persona debilitada para que el otro pueda sobrevivir.

Es como si hablásemos de un cáncer emocional, que invade las partes sanas de otra persona, como su autoestima, y esto lo hace hasta destruirsela y que su pareja quede totalmente vacía, sin ánimos de vivir o de seguir luchando. Las personas que viven con este tipo de seres, se sienten engañadas por un sentimiento que confunden con amor, y creen que el abusador es su protector, o es su guía de vida.

Por lo general este en este tipo de relaciones reina la ira, incertidumbre, necesidad e inseguridad. La mujer cuando se encuentra involucrada en este tipo de relación va perdiendo de a poco su capacidad de reconocer un comportamiento para nada saludable o aceptable y con el tiempo pierden el concepto de lo que significa vivir una relación sana. Muchas veces este tipo de amor termina en suicidio o en un homicidio.

El manejo de las emociones.

El amor bajo ningún concepto implica el maltrato de ninguna manera o forma, sea psicológica, económica, emocional o física. Quien ama nunca maltrata lo que tanto anhela, es ilógico, el grado de comportamiento enfermizo por parte de ambos es bastante singular, siempre hay uno que está más enfermo emocionalmente que otro, el irrespeto es una constante que al parecer en este tipo de convivencia no conoce límites y se puede percibir como algo habitual.

No existen reglas claras de lo que significa una relación sana y no demandante, hay casos en donde el abuso es tan ligero que puede pasar inadvertido, aunque parezca algo sin malas intenciones, lo mas seguro es que más adelante se convierta en algo aún peor.

¿Mi relación es tóxica?

Un “Pero te quiero” siempre, como se dijo anteriormente, viene después de algún hecho indebido por parte del victimario. Las excusas son las reinas de la relación, si aún hay duda en tu alma y corazón acerca de lo que significa este tipo de relaciones toxicas, considero que es el momento de comenzar a atar los cabos y saber a qué te estás enfrentando en realidad. Es momento de considerar las siguientes interrogantes.

Desde que estas en esta relación ¿te sientes mejor o peor sobre ti o tu vida?, al pasar tiempo junto a esta persona ¿te sientes relajada, motivada o nerviosa y deprimida?, ¿la paz es parte de tu vida junto a este ser? Algo que aunque lo dudes, y no falla, son los instintos, el tener esa sensación que está en tu alma y corazón. El sexto sentido nunca falla y si este te envía mensajes en tu ser, no lo ignores, ¡quizás incluso este salvando tu vida!.

Una vía de escape.

No es fácil escapar de forma rápida de este tipo de relación, ya que el trabajo psicológico al cual se ha expuesto a la víctima termina por desarrollar una especie de apego a la otra persona, debido a su baja autoestima. Ella no se considera merecedora de algo mejor, incluso se cierra las puertas a una nueva oportunidad, y no solo en relaciones sino en su relación más importante, que es con ella misma.

“Ámate y valórate primero a ti por sobre todas las cosas, tu eres el amor de tu vida, tu eres el ser más importante. No permitas que nada ni nadie te haga dudar de ello ni por un instante. El amor empieza desde adentro”.

-Elaina Mirabal-

Acerca de Aleja

"El trabajo sobre sí mismo está en no mirar, ni juzgar a los demás, sino comprender que todo lo que está a mí alrededor, está en mi interior".

MIRA TAMBIÉN

EXPLORANDO SIN LÍMITES: LO QUE NO DEBERÍAMOS PROHIBIR A LOS NIÑOS

EXPLORANDO SIN LÍMITES: LO QUE NO DEBERÍAMOS PROHIBIR A LOS NIÑOS

La crianza de hijos es un viaje repleto de descubrimientos, desafíos y, sobre todo, amor …

Deja una respuesta