Cuando uno toma la iniciativa de sanar y romper patrones que han estado presentes en su familia por generaciones, puede sentirse muy solo y sin apoyo. Pero a medida que se va avanzando en este camino, uno se da cuenta de que no está solo y de que hay muchas personas en el mundo que están pasando por lo mismo.
Es un proceso difícil y doloroso, ya que implica cuestionar y confrontar las creencias y los comportamientos que se han adoptado de manera inconsciente. Pero al mismo tiempo, es un proceso liberador que puede llevar a una transformación profunda y duradera.
Aquellos que se atreven a hacer este trabajo de sanación a menudo se dan cuenta de que están haciendo algo mucho más grande que ellos mismos. Están contribuyendo a la curación de su árbol genealógico y a la liberación de generaciones enteras de patrones negativos y limitantes.
Es importante recordar que este proceso no se trata de juzgar o culpar a nuestros ancestros por sus errores, sino de tomar responsabilidad por nuestro propio bienestar y el de las generaciones futuras. Al hacerlo, estamos creando un legado de amor y liberación para nosotros mismos y para quienes vienen después de nosotros.
Cuando uno se da cuenta que repite patrones del padre o de la madre y desea cambiar ¿qué sucede? Quien tiene la iniciativa y el valor de sanar rompiendo patrones, es que ha escuchado el susurro generacional para corregir su descendencia.
En la mayoría de las familias, surge un individuo que tiene la determinación de sanar y transformar su árbol genealógico, rompiendo con patrones limitantes que se han repetido de generación en generación. Estas personas son buscadoras innatas de la liberación, y suelen tener ciertas características distintivas que las identifican fácilmente.
Los criticados, juzgados e incluso rechazados, esos, por lo general, son los llamados a liberar el árbol de historias repetitivas que frustran a generaciones enteras. Estas personas son juzgadas y mal vistas, pero están haciendo un papel super importante. Es tanto su amor al clan que en este momento juegan el papel del malo para poder ayudar a liberar.
Para algunos, la idea de ser la «oveja negra» de la familia puede ser aterradora, pero es importante recordar que aquellos que rompen con las tradiciones y costumbres familiares pueden ser los agentes de cambio necesarios para liberar a la familia de los patrones negativos. Estas personas a menudo son líderes naturales y pueden inspirar a otros a hacer cambios positivos en sus propias vidas.
Cuando una persona se da cuenta de que está repitiendo patrones del pasado y desea cambiar, puede enfrentarse a una gran resistencia tanto de su familia como de su propia mente. Los patrones y hábitos son cómodos y familiares, y cambiarlos puede ser aterrador y difícil. Pero para aquellos que tienen la valentía de enfrentar el miedo y romper los patrones, pueden encontrar una gran liberación y sanación tanto para ellos mismos como para las generaciones futuras de su familia.
Tener en cuenta que no todos los miembros de la familia pueden estar dispuestos o ser capaces de cambiar. Es posible que algunos no estén listos para enfrentar los patrones negativos del pasado o que simplemente no crean que sea necesario hacerlo. En estos casos, es importante recordar que cada persona es responsable de su propia vida y su propio camino.
«En algún momento, en todos los linajes, nacerá un alma que escoge llevar la curación a sus ancestros».
Por Aleja Bama
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