“¿Cuándo superaré esto?” Es la pregunta que angustia a mucha gente. De hecho, más que la propia ruptura en sí, la gente a lo que tiene miedo es a no superarla nunca.
Cuando una pareja rompe la persona experimenta una serie de fases o etapas que pueden mezclarse o solaparse entre sí. Lo importante es saber que para completar el proceso de curación hay que experimentarlas todas.
No aceptas la ruptura. Eres incapaz de controlar sus emociones, que son muy variadas y confusas. No estás en condiciones de tomar decisiones importantes y puede que el sueño y el apetito se vean alterados.
Error común en esta fase: Suplicar a la otra persona. Perder el respeto propio y hacer cosas de las que luego te puedes arrepentir.
Te sientes deprimido, tienes la autoestima por los suelos y todavía no te ha adaptado a la nueva situación. Estás desubicado: ni esperas ni sientes nada.
Empiezas a tener pensamientos catastrofistas “nadie me va a querer”, “nunca encontraré a nadie igual”. No quieres salir de casa ni tener vida social, lo que puede provocar que el estado depresivo se alargue.
Error común en esta fase: Autoengañarse. Pensar que todo es una pesadilla y que pronto despertarás y todo volverá a la normalidad.
Idealizas a tu antigua pareja: piensas que era perfecta. Te sientes culpable y te responsabilizas de la ruptura. Sólo te acuerdas de los momentos buenos y en esta fase suele ser habitual que ya empieces a hablar de ello con compañeros y familiares.
Error común en esta fase: Intentar mantener el contacto con la ex pareja.
El adiós. Aunque parezca que lo peor ha pasado es la fase más difícil del proceso. No solo tienes que aceptar que la relación ha terminado, también recuperar la energía que invertiste en ella. Liberarte por completo.
Mayor riesgo en esta fase: Resignarse. Dejarte llevar pasivamente sin motivación para seguir adelante.
Empiezas a retomar el ritmo de tu vida. Hay más días alegres que tristes y vuelves a enfocarte en ti mismo y en tus propias necesidades.
Es como si aprendieras otra vez a andar después de haber estado en la cama un año. La persona está preparada para salir de nuevo al mundo pero necesita reconstruir la seguridad en si misma y la autoestima.
Todo en la vida sucede por algo. No te aferres a aquello que no podrás volver a tener. Deja que llegue a ti lo que mereces. Si no superas tu pasado nunca serás capaz de disfrutar tu presente
-Andrea Méndez-
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