Motivación

¿Cuántas veces habrás pensado que no merece la pena ser alguien bueno? Que los buenos gestos no siempre se acompañan de reconocimiento.

El momento más adecuado para indicar que algo te molesta, te sobrepasa y te hace daño, es ahora. Solo en este instante podrás decirlo con tus mejores palabras, antes de que te sobrepase y termines realizando un ataque que en el fondo no quieres.

Muchos dirán: ¿cómo es posible que mi destino amoroso, financiero y hasta mi salud pueda depender de un pensamiento, algo intangible que carece de forma, olor, color o sonido? Dime cómo vibras y te diré como vives.

No es fácil decir un adiós definitivo a las personas que hemos amado, con las que hemos compartido momentos importantes de nuestra vida. La pérdida de ese ser es el suceso más doloroso para el ser humano.

Yo no quiero un novio, no deseo a un hombre al que le entregue mi alma y después se la lleve a pedazos. Quiero un compañero de camino, alguien que me acompañe en el sendero de vida que he decidido tomar.

Margaret Manning es escritora y fundadora de "Sixty and me", una asociación para mujeres mayores de 60 años y en esta oportunidad nos deja consejos que ellas mismas hubieran necesitado oír cuando eran mujeres de 30.

En ocasiones nosotros mismos somos la persona más tóxica, y es que adoptar el rol de víctima es mucho más cómodo que luchar por cambiar lo que no nos gusta.

Es común en la vida que drenemos muchas de nuestras emociones a través de lo que comentamos, de las conversaciones, de lo que llaman las penas compartidas, sin embargo, existen algunas cosas, que es conveniente mantener en secreto

Lo que tenga que ser será, a su tiempo y en su momento, porque el destino es incierto y a veces simplemente los vientos no soplan a nuestro favor ni nuestras velas están por la labor de izarse a pesar de nuestro empeño.

Esta metáfora nos enseña valores y enseñanzas que podemos aplicar en nuestra vida diaria. ¿No conocías la metáfora de los dos árboles? Pues hoy te brindamos la oportunidad de que no sea así.