El karma negativo o positivo de una persona, depende de una ley universal conocida como la ley de causa y efecto. Nada en el universo se escapa de esa ley.
Desde la perspectiva de la física, Isaac Newton describió también esta ley, cuando enuncia que toda acción genera una reacción igual pero en sentido contrario y eso no es más que una de las grandes verdades que rige el funcionamiento del Universo y por supuesto, los humanos no podemos escapar de esta realidad.
Muchas de las acciones nuestras, generan una reacción y toda causa tiene un efecto. Partiendo de ese punto, se entiende que nuestras acciones generan una energía que regresa a nosotros en igual intensidad y que se manifestará en nosotros según nuestras propias acciones.
Es decir, que si hacemos daño a una persona consciente o inconscientemente, ese daño en algún momento volverá a nosotros, eso es justamente a lo que se refiere el llamado karma negativo.
El destino puede ser modificado por nosotros mismos día tras día.
Si bien, muchas veces llevamos una vida correcta a nivel moral, pero nos sentimos victimas de hechos que parecen escapar de toda lógica y que no se corresponden con nuestras acciones, puede que esas situaciones negativas que se nos presentan sean el resultado de acciones previas en vidas pasadas, que hasta ahora nos afectan.
Generalmente es sin siquiera darnos cuenta, que nosotros mismos generamos el karma negativo, cuando odiamos, cuando actuamos con violencia, cuando albergamos rencor en nuestro corazón y muchas otras cosas capaces de generar que este tipo de situaciones negativas regresen a nosotros en el momento menos esperado.
La buena noticia es que es posible transmutar el karma negativo si ponemos en práctica los 10 secretos que vamos a develarte a continuación:
De nada sirve levantar la voz si todo el mundo grita. Por eso es mejor guardar silencio en el momento en que las turbulencias son más fuertes. Déjales hablar, escucha, medita, aprende y alza tus palabras cuando realmente tengan sentido y un auditorio capaz de oírte.
Como es lógico, no puedes pedir a nadie que no te juzgue si es lo que haces tú con esa persona. Este es uno de los principios del karma. Básicamente te recomienda que trates a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.
¿Por qué enfocarte en cuanto te estresa y te hace sufrir? ¿No te parece más sensato hacerlo sobre aquello que te agrada y te hace feliz? Esta es sin duda una de las grandes enseñanzas del karma.
¿Sabes cuándo tienes que luchar? Realmente no, pero el karma te invita a que no lo hagas. La quietud y el conocimiento son lecciones valientes. Permanece quieto y deja que la prueba se suceda. Cuando sea el momento de moverte, lo sabrás.
Lo negativo de cada situación y la forma en que te afecta es solo cuestión de percepción y está en tu mente, por lo tanto, lo puedes cambiar. Si algo no te gusta, ¿por qué no cambiarlo? ¿Acaso eres de esas personas que pierden la esperanza con facilidad y se dejan llevar? No lo hagas, pues en ti está el poder de ser quien eres y de transformar todo aquello de tu ser que te desagrada.
¿Te cuesta perdonar? A veces no es sencillo, pero si no lo haces, esa carga irá siempre contigo. Así pues, por más costoso que sea y por más que duela, hemos de ser capaces de liberar cuanto nos duele y ser felices para volar libres sin pesos muertos que nos hacen desgraciados.
Medita todos los días. Si dedicas un par de ratos diarios de al menos 5 minutos, notarás la mejoría en breve. No tiene por qué ser una técnica concreta de meditación. Solo piensa, reflexiona, recapacita, analiza, vacía tu mente… Y si no sabes cómo, escucha buena música, sal a dar un paseo, busca un paisaje bonito.
Deja de ponerte en lo peor. Siempre has de visualizar situaciones positivas y agradables. Y no solo has de hacerlo para ti, también para los tuyos. Tu familia, tus amigos, tus seres queridos… Si eres capaz de imaginarlo, lo harás realidad.
Hablar en positivo siempre es mejor. Deja de criticar, deja de juzgar y deja de ver solo lo malo que te rodea. Desde este momento fíjate en cuanto es bello y está a tu alrededor. Y luego, dale voz, ponle nombre y pronuncialo.
No esperes que todo cuanto hagas tenga una respuesta, y menos al dar amor. Simplemente dalo, con libertad, con sinceridad y con emoción. No tienes por qué recibir nada, pues el hecho de darlo ya es suficiente premio.
Aprende estos secretos para transmutar el karma y serás mucho más feliz. No te quepa duda de que si te transformas tú, tu mundo irá de tu mano.
Fuente:Hermandad Blanca
Ser padre o madre es un viaje lleno de retos y alegrías. En el día…
¿Sabías que la relación con tus padres puede ser la clave para desbloquear tu abundancia…
Criar y guiar a una hija es una travesía llena de amor, desafíos y, sobre…
La vida familiar está impregnada de momentos cotidianos que pueden influir profundamente en el bienestar…
Es natural que los padres sientan un profundo orgullo cuando sus hijos alcanzan ciertos logros,…
La llegada de un hijo a la vida de una pareja marca el inicio de…