La metamedicina, también llamada medicina metafísica, busca ir más allá de la medicina tradicional. Para ello, trasciende el plano físico -el cuerpo y sus síntomas- para buscar las causas psicológicas o espirituales de la enfermedad. Recupera así la dimensión de la mente y el alma.
Se basa en una visión holística que considera que las dolencias son producto de nuestros patrones de pensamiento o creencias. De este modo, cuando una forma de hablar y pensar se vuelve costumbre, se lo termina expresando en comportamientos y posturas corporales, formas de estar y mal estar.
Bajo estos supuestos, la metamedicina recupera el significado de los síntomas y entiende que la única curación auténtica proviene del deseo sincero de querer sanar. Esto puede motivar a una persona a hacer los cambios necesarios en aquellas actitudes, sentimientos y emociones que ocasionan su sufrimiento.
Al comprender el patrón de pensamiento que se esconde detrás de tus enfermedades, podrás hallar las claves para lograr la autocuración.
Este órgano se alimenta del amor para bombear júbilo por nuestras venas. Al privarnos de estos dos sentimientos, el corazón se enfría y la circulación se vuelve perezosa. Así llegan la anemia, la angina de pecho y los ataques cardíacos. Para evitar las enfermedades cardíacas, debemos lograr hacer a un lado los problemas en los que nos enredamos cotidianamente para disfrutar de los placeres de la vida.
Los problemas en los oídos manifiestan que no queremos enterarnos de algo que nos está pasando o que aquello que escuchamos nos enoja. Por ejemplo, los niños suelen padecer problemas en esta parte del cuerpo ya no se los deja manifestar su enfado. Se encuentran, al mismo tiempo, con la incapacidad de modificar las cosas.
Es la parte de nuestro cuerpo por la que nos suelen reconocer. Cuando algo está mal en esta región se debe a que sentimos que algo está mal en nosotros mismos. Los dolores de cabeza, por ejemplo, pueden provenir del hecho de que nos desautorizamos. Así, quienes padecen migrañas o jaquecas suelen ser personas muy perfeccionistas con sí mismas que se presionan en exceso. Esto genera una intensa cólera reprimida.
La próxima vez que sientas un dolor de este tipo, piensa de qué manera y en qué momento has sido injusto contigo mismo. Cuando logres perdonarte y dejar de pensar en ello, el dolor de cabeza desaparecerá.
Al estar tensos y asustados, podemos generar tanta tensión en el cuero cabelludo que no lo dejemos respirar, provocando la muerte de los folículos y la caída del cabello. Si la tensión se mantiene, el folículo seguirá estando tan tenso que el pelo nuevo no podrá salir. El resultado seria la calvicie. Se trata de comprender que la fortaleza real radica en la serenidad, en estar centrado y relajado, y no en la tensión.
Cuando tenemos un problema con ellos, generalmente se debe a que hay algo que no queremos ver, ya sea en nosotros mismos o en la vida pasada, presente o futura. Se conocen experiencias de curación impresionantes en personas que han accedido a retroceder en el tiempo para encontrarse con aquello que no querían ver y desecharlo. También puedes ver LOS OJOS Y SUS CONFLICTOS EMOCIONALES.
Cuando están agarrotadas, nuestro cuerpo se torna rígido e inflexible, perdiendo así capacidad de expresión. Su inflamación denota resistencia o irritación con respecto al movimiento. Puede tratarse de un temor a lo que nos espera por delante o la dificultad de someternos a ello. La energía se desplaza por las articulaciones, de modo tal que una dolencia en alguna de ellas indica que estamos tomando la fuerza de esa parte de nuestro cuerpo. El motivo se vincula con la zona afectada.
Por ejemplo, las articulaciones del hombro, codos y muñecas nos permiten el flujo desde el corazón hasta las manos para que podamos expresar nuestros sentimientos afectivos. Además, permiten darle rienda suelta a nuestra creatividad y nuestras aptitudes manipuladoras y ejecutivas. Cualquier problema en alguna de ellas, puede implicar un temor a expresar esa energía, una contrariedad o resistencia a ello.
Se trata de los problemas que se manifiestan en la cara, en la zona más cercana a la nariz. Suelen ser la manifestación de la irritación que nos genera una persona muy cercana. Incluso es posible que sintamos que ese individuo nos sofoca o aplasta.
Cuando tenemos problemas con ella, es porque no nos sentimos apoyados. La parte superior de la espalda se relaciona con la sensación de falta de apoyo emocional. La parte media, con la culpa, lo que ocultamos y no queremos ver. Puedes ver conflictos emocionales de la espalda: Cervicales, Dorsales, Lumbares.
Se vincula con nuestra capacidad de defendernos verbalmente, de pedir lo que queremos y expresar lo que somos. Si está afectada, suele ser porque no sentimos que tengamos derecho a hacer esas cosas, es decir, a hacernos valer. También representa el flujo de creatividad en nuestro cuerpo.
Cuando frustramos y sofocamos nuestro potencial creativo, es frecuente que aparezcan los síntomas. Es el caso de aquellas personas que viven complaciendo a otros. El dolor de garganta siempre se asocia con un enojo, siendo su máximo exponente la laringitis, enfermedad en la que la bronca es tal que no se puede hablar. Si el dolor va acompañado por un resfrío, es porque además hay confusión mental. La amigdalitis y los problemas tiroideos también son creatividad frustrada que no encuentra cómo expresarse.
Cuando nos resistimos al cambio, o estamos intentando hacerlo, es frecuente que tengamos mucha actividad en la garganta. Cuando tosas, pregúntate: ¿Qué es lo que se acaba de decir? ¿A qué estoy reaccionando? ¿Es resistencia y obstinación o se está produciendo un proceso de cambio?
Representa una necesidad de protección vinculada tanto a temores específicos como a un miedo general a la vida. La mejor manera de combatir la obesidad no se encuentra en las dietas, si no en aprender a amarse y aprobarse a uno mismo. Al contrarrestar los pensamientos negativos, es posible resolver el problema del peso.
Las hinchazones del cuerpo, por su parte, representan atascos en el estado emocional. Estos son producto de aferrarnos al recuerdo de situaciones que nos hirieron. Librarnos de esas memorias puede ayudarnos a resolver estas dolencias. También puedes ver LA OBESIDAD Y SUS CAUSAS EMOCIONALES.
Como son lo que nos mueve hacia adelante, los dolores en esta parte del cuerpo suelen señalar un miedo a avanzar o una renuncia a seguir andando en una dirección. Las venas varicosas indican que estamos en un trabajo o un lugar que nos enferma. Cuando esta afección aparece, las venas pierden su capacidad de transportar energía.
Las rodillas, como el cuello, se relacionan con la flexibilidad. Cuando avanzamos, nos da miedo inclinarnos y nos ponemos tiesos porque no queremos cambiar nuestra forma de ser. Así se vuelven rígidas las articulaciones. Las rodillas tardan en curarse porque lo que está en juego es nuestro yo. Cuando tengas problemas con ellas, pregúntate de qué estás justificándote y ante qué te estás negando a inclinarte.
Denotan una acumulación de frustraciones en aquellas personas que no se sienten libres para expresarse o hacerse valer. También señalan rebelión contra la autoridad. La bronca que genera esto termina volviéndose contra ellas mismas. Por otro lado, cuando nos sentimos culpables, un accidente es una forma de castigarnos. Al mismo tiempo, nos permite ubicarnos en el lugar de víctimas y recurrir a la compasión de los otros.
Se trata de pensar que nosotros somos los que los generamos, no el destino.
Al lograr amarnos a nosotros mismos, recordamos que las situaciones las creamos nosotros. Nuestra frustración no es culpa de otras personas. Recuerda que tú puedes sanar.
Fuente: La Bioguia
Ser padre o madre es un viaje lleno de retos y alegrías. En el día…
¿Sabías que la relación con tus padres puede ser la clave para desbloquear tu abundancia…
Criar y guiar a una hija es una travesía llena de amor, desafíos y, sobre…
La vida familiar está impregnada de momentos cotidianos que pueden influir profundamente en el bienestar…
Es natural que los padres sientan un profundo orgullo cuando sus hijos alcanzan ciertos logros,…
La llegada de un hijo a la vida de una pareja marca el inicio de…