¿Te has preguntado por qué en determinadas situaciones sientes que tu realidad se desvanece y surge la incertidumbre? ¿Has experimentado una constante sensación de culpa o confusión, incluso cuando creías tener razón? ¿O quizás te has dado cuenta de patrones en los que tus emociones eran desestimadas como irrelevantes?
Estas señales pueden indicar la presencia del gaslighting en tu entorno. Si reconoces estos patrones en tu vida, es probable que hayas sido víctima de manipulación psicológica. Identificar este fenómeno es el primer paso para recuperar tu poder y buscar la ayuda necesaria.
¿Qué es el gaslighting?
El gaslighting es una forma de manipulación psicológica en la que una persona busca socavar la realidad y la percepción de otra, generando dudas sobre su memoria, percepciones y cordura. Este fenómeno se manifiesta a través de tácticas sutiles y persistentes que pueden tener efectos perjudiciales en la salud emocional y mental de la víctima.
El gaslighting en la relación parental a menudo se manifiesta a través de tácticas sutiles que desafían la percepción de la realidad de los hijos. Estas tácticas pueden incluir la negación o minimización de eventos pasados, la manipulación de la información y la creación de una narrativa alternativa.
La manipulación sutil del gaslighting puede sembrar la confusión en la mente de los hijos, llevándolos a cuestionar la veracidad de sus propios recuerdos. Los eventos pasados pueden volverse borrosos, difuminados por la narrativa alternativa proporcionada por el gaslighter. Exploraremos cómo esta confusión puede generar un conflicto interno, afectando la estabilidad emocional y la capacidad para confiar en la propia memoria.
La constante invalidación de emociones y experiencias puede dar lugar a una disminución significativa de la autoestima. Los hijos pueden internalizar la idea de que sus sentimientos no son válidos o importantes. Profundizaremos en cómo esta erosión de la autoestima puede tener impactos a largo plazo en la salud mental, influyendo en la toma de decisiones, las relaciones y la capacidad para establecer límites saludables.
¿Cuáles son las señales de alerta que podrían revelar la presencia del gaslighting en el entorno familiar?
En el entorno familiar, el gaslighting puede adoptar diversas formas, todas diseñadas para debilitar la confianza y la autonomía de la persona afectada. Algunas de las tácticas comunes incluyen:
- La pérdida de confianza en sí mismos es un claro indicador. Los hijos, influenciados por la manipulación sutil, pueden comenzar a cuestionar sus propias percepciones y dudar de la validez de sus pensamientos y recuerdos.
- La confusión respecto a los recuerdos es otra señal reveladora. La narrativa alternativa proporcionada por el gaslighter puede difuminar la línea entre lo real y lo distorsionado, generando una conflictiva confusión en la mente de los hijos.
- Una disminución notable de la autoestima también es indicativa del gaslighting. La constante invalidación de emociones y experiencias puede llevar a los hijos a internalizar la idea de que sus sentimientos no son válidos ni importantes.
- Negación de la realidad. El gaslighter niega eventos pasados o la realidad misma, haciendo que la víctima dude de su memoria.
- Creación de dudas. El gaslighter siembra semillas de duda en la mente de la víctima, cuestionando constantemente su capacidad para recordar o interpretar situaciones.
- Cambios en la narrativa. Se manipula la historia de eventos pasados para ajustarse a la versión del gaslighter, creando una narrativa alternativa.
- Proyección de culpas. El gaslighter culpa a la víctima por situaciones que no son su responsabilidad, generando sentimientos de culpabilidad y confusión.
- Aislamiento social. Se busca aislar a la víctima de amigos y familiares, limitando las fuentes externas de apoyo y validación.
Al examinar las dinámicas familiares, encontramos que el control emocional y la manipulación están intrínsecamente entrelazados en la relación parental afectada por el gaslighting. Desde la imposición de narrativas alternativas hasta la invalidación de emociones legítimas, estas dinámicas perjudiciales pueden afectar la cohesión familiar y la percepción del hogar como un lugar seguro.
La invalidación, una táctica preferida del gaslighter
¿Te desacreditaban de todas las maneras imaginables? La invalidación se manifiesta de diversas formas para ejercer control sobre sus víctimas. Resulta particularmente perturbador cuando es aplicado por padres hacia sus hijos.
La invalidación psicológica busca convencer al niño de que sus sentimientos y pensamientos carecen de relevancia. Desde una edad temprana, se inculca la idea de que sus emociones y pensamientos son incorrectos, carentes de lógica y sin importancia. Las siguientes expresiones son comunes en el gaslighting parental:
- «Exageras las cosas».
- «Eres demasiado sensible, cualquier cosa te afecta».
- «No entiendes nada, eres muy ingenuo/a».
- «Te digo lo que necesitas escuchar porque estás perdido/a en la vida».
- «Lo que sientes no tiene importancia».
- «Tus pensamientos son irrelevantes, solo piensas en tonterías».
- «Todo te afecta, no se puede hablar contigo de nada sin que te lo tomes mal».
- «¿Te pones así por algo tan insignificante?».
Tus padres tomaban la iniciativa al definir quién eras y cómo te sentías, despojándote de tu voz y la oportunidad de expresarte. En el gaslighting parental, los cuidadores asumen el papel de portavoces de sus hijos, dictando cómo son, cómo deberían sentirse y qué necesitan. De esta manera, transforman a los hijos en simples marionetas manipulables a su antojo, ya sea en presencia de otros o incluso en el seno del hogar. Ejemplo de ello sería:
- «Eres un niño responsable, por eso te quedas en casa».
- «Eres una niña buena y obediente».
- «A ti te gustan las ciencias y las matemáticas, así que dejarás de leer cómics y de dibujar».
- «No estás triste; ahora mismo te pones a hacer tus deberes y dejas de pensar en tonterías».
- «Lo que te sucede es que tienes sueño; por eso te vas a dormir de inmediato».
- «No estás molesto por lo que te dijimos; simplemente eres alguien que protesta».
La confusión, la mentira y la generación de frustración son moneda corriente, estableciendo la inestabilidad como un elemento constante, acompañado de comportamientos contradictorios. Una práctica común consiste en expresar hoy una cosa y afirmar lo contrario mañana. Por ejemplo, si en un día se permite al niño ir al parque a jugar, al día siguiente se le recriminará por haber preguntado sobre algo que sabe que tiene prohibido.
Esta inconsistencia crea un sustrato caótico en el que los hijos no encuentran un punto de referencia sólido. Viven en la incertidumbre constante, sin saber si recibirán elogios por sus acciones hoy o serán castigados por lo que, supuestamente, hicieron bien ayer.
¿Podemos recuperarnos del gaslight de nuestros padres?
Es muy probable que, en este momento, algunos tomen conciencia de haber vivido en un entorno de gaslighting parental. Incluso puede darse el caso de mantener un trato cotidiano con esas figuras abusivas que continúan manipulando en la edad adulta. Ante estas circunstancias, ¿cómo actuar?
A menudo, quienes han sido o son víctimas del gaslighting evidencian más de un problema psicológico, como el trastorno de estrés postraumático. Todo lo experimentado ha minado la autoestima y los fundamentos de la propia identidad. Es esencial reconocer el daño interno y tener claro que lo vivido constituye una forma de maltrato psicológico.
Recuperarse del gaslighting lleva tiempo y es un proceso individual. Cada persona tiene su propio camino hacia la curación, y es importante ser paciente consigo mismo durante este proceso. Siempre es aconsejable buscar ayuda profesional si sientes que la experiencia del gaslighting ha tenido un impacto significativo en tu vida.
La única vía para sanar, reconstruirse y recuperar el control de la propia vida es a través de la terapia psicológica, así como estableciendo una saludable distancia del gaslighter. No obstante, es importante tener en cuenta que alejarse o cortar la relación con un progenitor que ha manipulado durante décadas no es una tarea sencilla.
Puede recurrir al victimismo y la amenaza. En este proceso, es crucial estar preparados para enfrentar hábiles estrategias y tener claro qué tipo de relación se desea mantener con esas figuras (ya sea solo vía telefónica, reduciendo la frecuencia de los encuentros o estableciendo una distancia permanente).
Por Aleja Bama
