Ser madre es un trabajo difícil, emocionante y a tiempo completo. Mientras se ocupan de las necesidades de sus hijos, las madres también lidian con la carga emocional y física de la maternidad. A menudo, se sienten abrumadas, cansadas y enojadas, y en ocasiones simplemente desean desaparecer. Sin embargo, antes de juzgar a una madre por sus sentimientos, es importante recordar que ella también es un ser humano que necesita apoyo y reconocimiento.
El papel de las madres en la sociedad ha cambiado significativamente en las últimas décadas. Mientras que antes se esperaba que las mujeres se quedaran en casa y cuidaran de los hijos, hoy en día muchas madres trabajan fuera del hogar y se enfrentan a una carga doble de trabajo. Además de cuidar de sus hijos, también deben cumplir con sus responsabilidades laborales y domésticas. Esto puede ser agotador y, en ocasiones, llevar a sentimientos de estrés y frustración.
A continuación, comparto con ustedes una reflexión que les invita a revisar su perspectiva sobre la maternidad. Es importante que reconozcamos la importancia de apoyar y reconocer a las madres.
Una mamá también se cansa
Una mamá también se cansa. Te dan ganas de sentarte un rato. Un poco de silencio.
No es pereza, es el cuerpo que ya está al límite.
Sueño. Hambre. Extrañas un tiempo para ti.
No es una queja, es tu yo interior tocando a la puerta, queriendo solo un poco de tiempo.
Una mamá ama y por eso continúa. Pero mamá se cansa. Te dan ganas de tomar una ducha larga. Para hacer sus deberes sin preocupaciones. Hay momentos en que mamá quiere limpiar la casa y no puede. Llega una visita y debe pensar: qué madre tan desorganizada.
Pero mamá está cansada. No durmió anoche. Apenas comió ayer.
A la mama le gusta la casa ordenada. El hijo bañado La comida lista. Todo bien.
Pero mamá se cansa. Y mamá continúa porque ama.
Le encanta ver las manitas. Ama los besos. Ama las sonrisas. Y así, mamá continúa.
Pero mamá también necesita ser amada. Necesita ser apoyada. Necesita un poco de comprensión.
Un abrazo en el momento justo. Una comida caliente. Una llamada.
Porque mamá se cansa, pero no se rinde. Porque mamá es fuerte y valiente.
Mamá es el ejemplo perfecto de amor incondicional. Da lo mejor de sí todos los días.
Pero también es humana, y a veces necesita un descanso.
Y cuando llega la noche, mamá se desploma en la cama. Cierra los ojos y piensa en todo lo que hizo ese día. Una sonrisa aparece en su rostro.
Porque a pesar del cansancio, las dificultades y el estrés, ser mamá es lo más bonito que le ha pasado. Es su mayor logro, su mayor alegría y su mayor amor.
Espero les haya gustado esta reflexión y recuerda que antes de juzgar a mamá, es importante ofrecerle apoyo y reconocimiento y comprensión. Al hacerlo, podemos ayudar a las madres a sentirse valoradas y apoyadas, y trabajar juntos como sociedad para aliviar la carga de la maternidad. Esto puede incluir ofrecerle una escucha empática, ayudarla con las tareas domésticas o simplemente darle un espacio para relajarse y descansar.
Por eso, la próxima vez que veas a tu mamá cansada, acércate a ella y dale un abrazo. Dile que todo lo que hace es valioso y que eres agradecido con ella. Mamá también necesita amor y cuidados. Porque mamá también se cansa.
Mamá también se cansa, también se enoja y en ocasiones quiere desaparecer. Así que antes de juzgarla ayúdala, porque quien cuida de todos, también necesita que cuiden de ella.
Por Aleja Bama
