ME FALTÓ AMARME A MÍ

ME FALTÓ AMARME A MÍ

En la travesía de la vida, a menudo buscamos en los demás la validación y el amor que anhelamos sentir por nosotros mismos. Desde la infancia hasta la adultez, buscamos en nuestras relaciones externas la confirmación de nuestro valor y nuestra autoestima. Sin embargo, en este camino, a veces olvidamos que el amor más importante que podemos recibir y cultivar es el que viene desde nuestro interior.

De niñas, soñamos con el amor maternal que nos abrace y nos diga que somos amadas. De adolescentes, buscamos la aprobación y el afecto de nuestros pares y aquellos que nos atraen. Y en la búsqueda de nuestra pareja ideal, esperamos encontrar en el otro todas las demostraciones de cariño que anhelamos.

ME FALTÓ AMARME A MÍ

Pero, a lo largo del tiempo, aprendemos una lección valiosa: la verdadera esencia del amor comienza en el interior de uno mismo. Es en ese punto crucial donde encontramos la chispa que ilumina el camino hacia el auténtico amor propio.

En retrospectiva, comprendo que no me faltaron personas en mi vida, sino que me falté yo misma. A lo largo del camino, me olvidé de consentirme, de valorarme y de hablarme con el mismo amor y ternura que esperaba de los demás. Sin embargo, este viaje de autodescubrimiento me ha permitido reencontrarme y abrazar la certeza de que el amor propio no es egoísmo, sino un acto de profunda compasión hacia uno mismo.

Hoy, al mirar hacia adelante, me abrazo con amor y comprensión, y me perdono por el tiempo que me negué a mí misma el amor que merecía. Ahora sé que el camino hacia la plenitud y la felicidad está en aprender a ser mi propio y más verdadero amor. Es en ese encuentro íntimo conmigo misma donde encuentro la fortaleza para no depender del amor externo y para abrazar mi valía sin condiciones.

Atrás quedaron las expectativas y las esperanzas depositadas en los demás. Ahora, en mi atardecer, me abrazo y me reconozco como la fuente de amor inagotable que soy. En ese amor propio encuentro la fuerza para caminar segura de mí misma, confiando en que soy capaz de amarme, respetarme y valorarme, sin necesidad de esperar nada de nadie más.

En este viaje de autodescubrimiento, aprendí que, al amarme a mí misma, puedo amar y dar a los demás desde un lugar genuino y generoso. Aprendí que la clave para una conexión auténtica con los demás es tener una conexión profunda conmigo misma. Hoy, me honro a mí misma y celebro el regalo más valioso que puedo brindarme: el amor incondicional hacia quien soy.

Así que, si alguna vez te sientes perdida en busca del amor que anhelas, recuerda que ese amor verdadero, ese abrazo incondicional, está dentro de ti. Ámate, acéptate y valórate, porque en ese amor propio descubrirás la maravillosa capacidad de ser tu más grande y verdadero amor. El camino hacia la plenitud está en el encuentro contigo misma, en donde reside la magia transformadora del amor propio.

«Amarnos a nosotros mismos es la clave para construir relaciones saludables y duraderas con los demás».

Por Aleja Bama

Acerca de Aleja

"El trabajo sobre sí mismo está en no mirar, ni juzgar a los demás, sino comprender que todo lo que está a mí alrededor, está en mi interior".

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