Muchos hemos crecido con la creencia de que debemos complementarnos unos a otros, de que algo nos falta, de que tenemos espacios vacíos en nuestro interior, que encajan de manera precisa con otra persona. Algunos se piensan como medias naranjas, otros como piezas de rompecabezas, otros sencillamente como contenedores vacíos, esperando ser llenados.
Si tomamos como nuestras estas creencias, lo más probable es que vayamos por el mundo sintiéndonos incompletos, probando a ver si éste o el otro corresponde a nuestro buscado complemento, nos sentimos limitados porque seguramente en estado de completitud podremos hacer y sentir otras cosas diferentes a las experimentadas, desde nuestro estado carente de alguna mitad.
Por fortuna esto es solo una creencia, pero si forma parte de las nuestras debemos desmontarla, porque funciona de la misma manera que cualquier hecho real en nuestra mente. Cuando creemos algo, actuamos en consecuencia y lo materializamos… Por eso es útil revisar periódicamente todas las creencias y deshacernos de aquellas que nos perjudiquen.
Somos seres completísimos desde nuestra concepción, somos perfectos de acuerdo a nuestra naturaleza. Los vacíos solo se van formando en nuestra mente, pero en nuestro ser tenemos absolutamente todo lo que necesitamos para sentirnos plenos y felices.
Si nos encontramos solos, no quiere decir que nos falte algo, aunque tampoco estamos diciendo que vincularnos afectivamente no nos haga sentirnos mejor y nos permita vivir experiencias distintas, enriquecedoras y que pueden llenar nuestro corazón de un profundo sentimiento, contribuyendo de esta manera a nuestro crecimiento y a nuestra expansión en cuanto a proyección de amor se refiere.
Definitivamente estar en pareja, tiene muchas cosas positivas, pero eso no significa que son dos personas completándose desde la necesidad y la carencia, son dos personas completísimas adaptándose, acoplándose y amándose de la mejor manera posible.
Nadie tiene que completarnos, muchas personas tienen la capacidad de hacernos sentir cosa que jamás hemos sentido, pero ni siquiera podríamos hablar de complementar a una mujer que forma una vida en su interior, todos estamos plenos tal como somos y nuestros vínculos nos hacen fortalecernos o en algunos casos debilitarnos, pero desde nuestra plenitud, de la cual muchas veces no somos conscientes.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta. ― John Lennon