UN INGREDIENTE DE LA INFELICIDAD ES LA QUEJA

UN INGREDIENTE DE LA INFELICIDAD ES LA QUEJA

A menudo, nos quejamos sin darnos cuenta y sin pensar en las consecuencias que esto puede tener. Nos quejamos del trabajo, del clima, del tráfico, de nuestras relaciones, de nuestra salud, de nuestra vida en general. Nos quejamos porque es fácil hacerlo y porque nos da cierto alivio temporal.

La queja es un ingrediente de la infelicidad porque nos aleja de la paz y la tranquilidad, nos impide ver el lado positivo de las cosas y nos cierra a la abundancia y la prosperidad. Cuando nos quejamos, le decimos al Universo que nos envíe más de lo que no nos gusta, lo que nos hace atraer más de lo mismo. Además, la queja nos hace olvidar de lo bendecidos que somos y nos abre la puerta a la amargura y la pobreza espiritual.

Por eso, es importante reflexionar sobre nuestras quejas y tratar de minimizarlas en nuestra vida. Esto no significa que tengamos que pretender que todo es perfecto y que no tenemos problemas, sino que significa que podemos enfocarnos en lo positivo y en lo que podemos controlar, en lugar de centrarnos en lo negativo y en lo que no podemos controlar. Al hacerlo, podemos avanzar hacia una vida más plena y satisfecha, y ser una fuente de inspiración y motivación para los demás.

A continuación, quiero compartir con ustedes esta reflexión que puede ayudarnos a vivir de manera más plena y satisfecha.

La queja nos aleja de la felicidad

Cada vez que te quejas, les dices al Universo que te envíe más de lo que no te gusta.
Cada vez que te quejas, te olvidas de lo bendecida que eres.
Cada vez que te quejas, le abres la puerta a la amargura.
Cada vez que te quejas, atraes pobreza espiritual.

Cada vez que te quejas, te cierras a la abundancia y por consecuencia a la prosperidad.
Cada vez que te quejas, endureces tu corazón.
Cada vez que te quejas, pierdes la oportunidad de ver el lado positivo de las cosas.
Cada vez que te quejas, te alejas de tus metas y tus sueños.

Cada vez que te quejas, te alejas de la paz y la tranquilidad.
Cada vez que te quejas, te conviertes en una persona negativa y eso afecta a tu entorno.
Cada vez que te quejas, pierdes la energía y el ánimo que necesitas para avanzar.
Cada vez que te quejas, te pierdes la oportunidad de crecer y aprender de las situaciones difíciles.

Cada vez que te quejas, te pierdes la oportunidad de ser feliz y de vivir plenamente.
Cada vez que te quejas, te enfocas en lo que te falta en lugar de en lo que tienes.
Cada vez que te quejas, te pierdes la oportunidad de ver el propósito detrás de cada situación.

No es fácil, pero con práctica y determinación, podemos lograrlo. Así que, la próxima vez que sientas la tentación de quejarte, detente a pensar en las consecuencias y trata de encontrar algo por lo que estar agradecido. Al hacerlo, estarás dando un paso hacia la felicidad y hacia la vida plena y satisfecha que todos merecemos.

«Con la mitad de la energía necesaria para expresar una queja, se empieza a construir una solución».

Por Aleja Bama

Acerca de Aleja

"El trabajo sobre sí mismo está en no mirar, ni juzgar a los demás, sino comprender que todo lo que está a mí alrededor, está en mi interior".

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