Son solo algunas personas las que se sienten diferentes, que se sienten solos o aislados en este mundo, o que sienten que no pertenecen al entorno que las rodea. Su existencia solitaria no tiene necesariamente una preferencia antisocial. Estas personas muchas veces dicen sentirse simplemente viejos. Esto no es malo, muy por el contrario son personas que pueden ser más inteligentes o que muestran una sensibilidad especial, son más intuitivas y que parecen no calzar en su época. Estas personas dicen sentirse viejos de corazón, viejos de mente y viejos de alma. Son viejos de alma porque tienen una visión sobre la vida muy diferente y más madura que quienes le rodean.
Como resultado, un alma vieja vive su vida interna, recorre su propio camino en solitario, mientras que el resto a su alrededor se reúnen a seguir a otros caminos. Quizás tu has experimentado esto en tu propia vida, o has sido testigo de otra persona que lo ha vivido. Si es así, este artículo está dedicado a ti, con la esperanza de que puedas encontrarte a ti mismo, o entender mejor otros.
1. Tiendes a pensar mucho acerca de todo. Siempre estás encontrando un significado más profundo en tus relaciones, interacciones simples con los extraños, y en el mundo que te rodea.
2. Disfrutas de la soledad y lo utilizas como un tiempo para reflexionar sobre tu vida y todo lo que sucede en ella. Continuamente buscas una comprensión más elevada y eres increíblemente introspectivo acerca de la vida.
3. Siempre has tenido una madurez mucho más elevada para tu edad. Cuando eras un niño la gente comentaba sobre lo maduro que eras y probablemente disfrutabas sentándote en la mesa de los adultos, en vez de en la mesa de los niños. No es que no te divirtieras siendo un niño, es sólo que a veces pensabas que las conversaciones de los adultos eran mucho más interesantes.
4. Disfrutas de las cosas sencillas, como tomar café y leer las noticias, desayunar con los amigos, cocinar una buena comida, o leer un buen libro.
5. Tienes una perspectiva filosófica sobre la vida y ves el mundo en una escala más grande que la mayoría de la gente. Cuando te enfrentas a problemas intentas verlo como una experiencia de aprendizaje y consideras tus luchas tan sólo como una parte de tu camino
6. No le das mucho valor a la posesión de elementos materiales caros. Encuentras que consigues mucho más de tus relaciones personales y experiencias, que de cualquier cosa que puedas tener.
7. Te centras en la autorealización y gozas con la libre expresión a través de la escritura, el arte, la música, u otras corrientes de expresión.
8. Eres sensible y espiritual en la naturaleza. Tiendes a confiar en tu instinto sobre las cosas porque rara vez te equivocas. Simplemente tienes “una sensación” sobre las cosas y puedes leer bien a la gente.
9. Te sientes conectado con ciertos períodos de tiempo y te encuentras más interesado en el arte, la historia o la cultura de esa década.
10. Incluso si tienes un gran círculo social lleno de amigos y conocidos, siempre te has sentido un poco diferente a los demás. Es posible que no pienses necesariamente que eres un solitario pero sin duda estás cómodo estando sólo y entiendes la diferencia entre estar sólo y ser solitario.
11. Independientemente de donde vayas, pareces ser el tipo de persona con la que los extraños se sienten inclinados a hablar. Hay algo en ti que hace que otros quieran explicarte su vida a tan sólo minutos de conocerte.
12. A veces sientes un sentido de separación entre ti mismo y el «mundo real». Reconoces que tienes una manera de pensar acerca de la vida en términos de dinero, posesiones, relaciones, etc, y luego está el enfoque convencional de la vida que la mayoría de la gente tiene. No crees que una sea mejor que la otra, sólo son diferentes.
13. Tienes un alto nivel de empatía y aceptación hacia los demás y comprendes la importancia del perdón. Debido a esto tus amigos siempre quieren que les des consejos o te cuentan un secreto que no le dirían a nadie más. Ellos saben que los escucharás sin juzgar.
14. Saboreas los momentos de tranquilidad en la vida que pueden parecer anticuados a los demás. Tal vez esto significa ir a dar un paseo un domingo por el campo o escribir una carta (una carta real, no un correo electrónico) a un amigo que vive al otro lado del país.
Así como algunas personas mayores se describen a sí mismos como «jóvenes de corazón», también pueden los jóvenes ser «viejos de corazón». Y tú… ¿Eres un alma vieja?.