Las oraciones metafísicas son una herramienta poderosa para conectarnos con la energía divina y manifestar nuestros deseos. La metafísica es una filosofía que explora la naturaleza de la realidad y de la existencia humana, y sostiene que podemos influir en nuestra realidad a través del poder de la mente y la conexión con la energía divina. Estas oraciones pueden ser utilizadas para enfocar nuestra mente y nuestras emociones en nuestros objetivos, ayudándonos a atraer hacia nosotros aquello que deseamos.
Conectando con la energía divina: aprende a usar una oración metafísica para pedir algo y manifestar tus deseos
Yo deseo (tal cosa) en armonía para todo el mundo y de acuerdo con la voluntad divina, bajo la gracia y manera perfecta. Gracias padre que ya me oíste. Conny Méndez nos dejó un decreto para pedir, ejercicio sencillo para que aprendamos a pedir, jamás pedir el mal para nadie, sino pedir según vayamos necesitando.
Todo lo que tú desees, todo lo que vayas necesitando lo puedes manifestar. El Padre todo lo ha previsto ya, todo lo ha dado ya, pero hay que ir pidiendo a medida que se sienta la necesidad. Sólo tienes que recordar que no puedes pedir mal para otro porque se te devuelve a ti, y todo lo que pidas para ti debes pedirlo también para toda la humanidad porque todos somos hijos del mismo Padre.
Por ejemplo, pide grande. El Padre es muy rico y no le gusta la mezquindad. No digas “Ay, Papá Dios, dame una casita. Sólo te pido una casita, aunque no sea sino chiquitita”, cuando la realidad es que tú necesitas una casa muy grande porque tu familia es numerosa. Pide así:
«Padre dame a mí y a toda la humanidad, todas las maravillas de tu reino» y ahora haz tu lista. Para fortalecer la fe, haz una lista de cosas que deseas o que necesitas. Enumera los objetos o las cosas. Al lado de esta lista, haz otra enumerando cosas que deseas ver desaparecer, o bien en ti mismo o en el exterior. En el mismo papel, escribe la fórmula que ya te di más arriba. Luego, lee tu papel todas las noches sin dudar. Da las gracias cuantas veces pienses en lo que has escrito.
A medida que veas que se van realizando las cosas enumeradas, ve tachándolas. Y al final, cuando las veas realizadas todas, no vayas a ser tan mal agradecido de pensar: “Tal vez se me iban a dar de todas maneras”, porque es mentira. Se te dieron porque las pediste correctamente. Lo exterior se acomodó para dejártelas pasar.
Yo ya hice mi lista de pedidos, ahora realízala tú también, hazlo sin miedo, porque el miedo paraliza y evita que se hagan realidad nuestros deseos, nos resta fe.
Como dice Conny; repite esta frase cada vez que sientas miedo: «Yo no tengo miedo. No quiero temor. Dios es amor y en toda la creación no hay nada a que temer. Yo tengo fe. Quiero sentir fe».
Fuente: Mujer Ayuda