Dhyana Mudra es conocido por sus propiedades para aumentar la concentración y centrar tus logros espirituales. Ayuda a aumentar la capacidad de enfoque y al meditar te ayuda a recuperar la concentración, además te servirá para aliviar el estrés y sanar heridas emocionales, ideal para ayudarte a conectar con tu ser interior.
Los mudras se utilizan dentro de la práctica de yoga y meditación como un medio para mover, controlar y sellar prana (energía vital) dentro del cuerpo. Dhyana mudra se utiliza específicamente para profundizar la concentración y guiar al practicante hacia la paz interior y la ecuanimidad.
Al momento de realizar este mudra, se colocan las manos en forma de un cuenco, esto simboliza y pone de manifiesto un interior vacío, libre y dispuesto a recibir cuando sea necesario en el camino espiritual. Esto quiere decir que nos dispone a recibir energía nueva.
Y como en el universo no hay ningún espacio vacío (todo lo que nos parece «vacío» está lleno de energía de la materia sutil), este vacío se llenará de energía nueva, nuestros pensamientos y emociones determinarán la calidad. Por eso es importante que antes se haya realizado un buen trabajo de reconciliación y se viva en armonía con todo.
El triángulo que se forma cuando los pulgares se tocan representa las tres joyas del budismo: Buda, sangha (comunidad) y dharma (enseñanzas). Además, simboliza la unión de los principios masculino y femenino presentes en cada ser humano. Por otro lado, la mano derecha simboliza la sabiduría y la conciencia y la izquierda simboliza la ilusión de la existencia.
Siempre es importante trabajar hacia adentro nuestros sentimientos y emociones, ya que determinarán la calidad de energía que llegue a nosotros, por pura proyección. Esto es, cuanto mejor sea la energía que vibremos hacia adentro, mejor energía atraeremos hacia nosotros y expandiremos a nuestro alrededor.
En una posición cómoda, coloca tus dos manos descansando sobre el regazo, con forma de cuencos como si fueras a recolectar agua, coloca la mano derecha sobre la izquierda, mientras los pulgares se tocan, las manos y brazos forman un círculo de energía cerrado.
La atención se debe dirigir a la respiración, sintiendo la calma. Se percibe con ese sello energético la unión a nivel personal y con el Universo.
Este mudra puede ser practicado por cualquier persona en cualquier momento. Para obtener los máximos beneficios, este mudra debe practicarse diariamente durante al menos 30 minutos.
Al practicar este mudra se vacía la mente, es decir, no se piensa en nada. Cuando no es posible dejar la mente en blanco, la opción es dirigir la atención a la propia respiración.
Este mudra es especialmente indicado para no pensar en nada en particular, así que se trata solo de ir alejando los pensamientos cotidianos. Puedes usarlo como herramienta para aliviar el estrés o para sanar una herida emocional, pues te ayudará a conectarte con tu ser interior.
Según el budismo, el dhyana mudra fue practicado por el buda Sakyamuni durante su meditación bajo el árbol Bodhi. Como tal, este gesto con las manos es simbolismo de la iluminación y la libertad del sufrimiento y se puede encontrar en muchas representaciones artísticas del Buda.
«No te esfuerces por hacer nada perfecto. Practica la observación también contigo mismo».
Ser padre o madre es un viaje lleno de retos y alegrías. En el día…
¿Sabías que la relación con tus padres puede ser la clave para desbloquear tu abundancia…
Criar y guiar a una hija es una travesía llena de amor, desafíos y, sobre…
La vida familiar está impregnada de momentos cotidianos que pueden influir profundamente en el bienestar…
Es natural que los padres sientan un profundo orgullo cuando sus hijos alcanzan ciertos logros,…
La llegada de un hijo a la vida de una pareja marca el inicio de…