Nuestro hogar, ya sea una casa pequeña o grande, un departamento o hasta un simple cuarto, es el lugar en el que pasamos los momentos más íntimos de nuestra vida. Ahí reímos, lloramos, abrazamos, besamos, hablamos y hasta amamos con la mayor de las libertades. El hogar es el espacio donde, mayormente, se fortalecen los ámbitos familiar, matrimonial, personal, profesional, e incluso el aspecto espiritual de la persona.
Sin embargo, y a pesar de que en los últimos años han surgido muchas corrientes sobre la decoración de interiores y sus beneficios, muy pocos comprendemos la importancia de tener en las mejores condiciones ese espacio en el que vivimos de acuerdo con nuestras posibilidades.
Ponerle tu propio estilo o el estilo de tu familia, ya sean padres, pareja o hijos, te hará sentir una mayor comodidad, descanso y hasta más felicidad. Recuerda que tu hogar debe ser ese sitio donde tu familia y tú mismo, puedan sentirse liberados de aquellas cargas y conflictos diarios de la vida. Ciertamente, debes de esforzarte porque tu hogar sea ese pedacito de cielo en la tierra al que siempre tengan deseos de regresar.
La armonía entre tu familia y el hogar debe ser total, por ello te comparto tres razones importantes por las que debes mantener en orden y decorar tu casa con dedicación y amor.
1. Decoración y orden influyen en tu ánimo.
El acomodo práctico de muebles, el color y la textura de las paredes, el aroma de las habitaciones, los cuadros, los pisos; si tu casa se encuentra en orden, limpio, iluminado, con aire corriendo por las habitaciones y en general, lo más hermoso posible —aclaro que no es necesario emplear mucho dinero para tener un hogar lindo—, te sentirás con más energía, tranquilidad y felicidad. Tener tu hogar en estas condiciones evitará conflictos innecesarios entre tú y tu familia.
Si tu hogar se encuentra sucio, desordenado, con paredes descoloridas, sin luz, con aromas desagradables, etc., ten por seguro que cada vez que entres de vuelta del trabajo o de tus ocupaciones diarias, en algún momento te sentirás molesto, enojado, triste, infeliz, desesperado y con pesadumbre.
2. Concentración e inspiración a la orden.
Todos, independientemente de nuestras profesiones y personalidades, tenemos la necesidad de concentrarnos para realizar algún trabajo, tarea, actividad, o para resolver algún conflicto laboral o personal; o simplemente necesitamos inspirarnos para tomar las decisiones más importantes de nuestras vidas. Lamentablemente —para los que no consideran importante el orden y la decoración de su casa—, ese grado de concentración sólo se puede alcanzar en la intimidad de un hogar armonioso.
Pretender concentrarte e inspirarte en una habitación sucia y desordenada es como pretender memorizar un texto con muchas voces hablándote al mismo tiempo. Por tanto, procura que las paredes de tu casa luzcan colores neutrales, que haya cuadros con paisajes despejados, que las habitaciones tengan mucha luz… que se sienta un aire de orden y limpieza. De esa misma manera se sentirá tu mente para pensar con más claridad y asertividad.
3. La familia feliz vive en un hogar armonioso y ordenado.
Si tu mayor objetivo en la vida es tener una familia plena y feliz, debes de procurar que se desenvuelva en un espacio apto para ello. Debes de esforzarte para que ese hogar sea un refugio, pero también un lugar de recreación para todos. Que al llegar a casa todos puedan decir amorosamente, «¡Hogar, dulce hogar!».
Finalmente, recuerda que no se trata de tener una casa lujosa —materialmente hablando—, sino todo lo contrario, de tener un hogar que sea el reflejo de la hermosa y maravillosa familia con la que Dios te ha bendecido.
Tener un hogar ordenado, armonioso y agradable te permitirá sentirte más feliz, contigo mismo y con tu familia.
-Elizabeth González Torres-