Vivimos en un mundo físico, de materia, donde todo lo que vemos tiene una forma sólida: el árbol, la casa, las personas, los animales, los objetos. Pero hay algo que no vemos, y es la energía de las cosas, y esas energías pueden ser positivas, o negativas.
Muchas veces entramos a una sala y percibimos malestar o incomodidad y no sabemos bien por qué. También nos sucede en nuestro propio hogar o lugar de trabajo, y es que a veces, sin darnos cuenta, estamos rodeados de objetos que drenan nuestra energía, o simplemente atraen la mala suerte.
¿Por qué algunos objetos emanan energía negativa? A veces por su material, y otras veces porque absorben la energía de las personas que los rodean, o quienes los han tenido previamente. Es importante entonces mantener nuestro hábitat libre de influencias negativas, por ello te decimos qué objetos es preferible no tener en el hogar.
Animales disecados o embalsamados.
No es conveniente tenerlos en casa. ¿Por qué? Son cuerpos que no han podido integrarse a la naturaleza después de su muerte, su proceso natural de descomposición ha sido interrumpido por un proceso químico. Esto no es todo, ese cuerpo está cargado con la energía de las últimas sensaciones antes de la muerte y probablemente ha sido un momento de temor. ¿Qué decir de esas habitaciones repletas de cabezas expuestas como trofeos de caza? En lo personal, no puedo ni siquiera estar unos minutos expuesta a esa energía.
Espejos o fotos rotas, vajilla rota o rajada.
Cuando un objeto se rompe o está rajado, pierde su integridad energética, y en ese lugar donde está roto, penetran las energías negativas.
Los espejos merecen una mención aparte. Sabemos que la tradición popular dice que cuando se rompe un espejo, vienen siete años de mala suerte, y aunque parece un tanto exagerado, lo cierto es que tampoco tiene mucho sentido guardar un espejo que refleja nuestra imagen distorsionada. Lo mejor que puede hacerse es envolverlo en una bolsa de residuos negra y sacarlo inmediatamente de la casa. Tampoco lo guardes en un lugar que no se vea, ¡lo sacas a la basura ya!
Las fotografías rotas o rajadas no deben ser conservadas, especialmente las fotos que retratan personas. Si deseas conservarlas porque se trata de recuerdos de familia, lo mejor entonces es restaurarlas y ponerlas en un portarretratos que las contengan, y no tenerlas sueltas.
Antigüedades.
Hay muchos muebles, u objetos del pasado, que son muy bellos y además en muchos casos son recuerdos de familia. Para asegurarse de que su energía sea positiva, o neutra por lo menos, es importante mantenerlas limpias. Si es platería, mantenerla brillante, si se trata de llaves, o relojes antiguos, también, los libros, que no acumulen polvo.
Hay algo que sí es preferible evitar, y es tener armas antiguas. Hay un refrán que dice, “a las armas las carga el diablo”, y tal vez sea exagerado, pero la realidad es que esas armas pueden estar impregnadas de una energía, más que negativa, trágica. Y eso es algo que todos queremos evitar, ¿verdad?
Flores secas.
Después de mencionar las armas, una flor seca parece muy inocente, pero la realidad es que una vez marchita, ya no tiene vida, ha perdido esa energía vital que tanto nos reconforta; lo mejor es reemplazarla por flores vivas, o decorativas, pero no marchitas.
Regalos o herencias.
Algunas veces conservamos muebles u objetos que no nos gustan, pero que nos sentimos obligados a conservar porque pertenecían a la abuela, o porque fue un regalo. Nuestra casa no debe parecer un museo, debemos rodearnos de lo que más nos gusta y no conservar aquello que detestamos.
Fuente: Huffington Post