APRENDIENDO A ENVEJECER

APRENDIENDO A ENVEJECER

Envejecer es una parte natural e inevitable de la vida. A medida que avanzamos en edad, nuestro cuerpo y nuestra mente experimentan cambios que pueden ser desafiantes y difíciles de aceptar. Pero a pesar de estos desafíos, la vejez también puede ser una época de sabiduría, reflexión y crecimiento personal.

Es importante aceptar que el envejecimiento es un proceso natural y que no tenemos control sobre todo lo que sucede en nuestro cuerpo y mente a medida que envejecemos. En lugar de resistirnos a estos cambios, podemos aprender a aceptarlos y a adaptarnos a ellos de manera positiva.

La vejez no significa el fin de la vida. Al contrario, puede ser una época de nuevos comienzos y de exploración de nuevas pasiones y pasatiempos. Es el momento de disfrutar de lo que hemos logrado, pero también de seguir creciendo y aprendiendo. A continuación, quiero compartir con ustedes los «10 Mandamientos para una vejez feliz», consejos que pueden ayudarte a disfrutar al máximo esta etapa de la vida.

10 Mandamientos para una vejez feliz

1. Cuidarás tu presentación día a día: Arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida! El baño diario, el peinado, la ropa de buen gusto. El buen gusto es gratuito, no cuesta nada. Que al verte se alegren tu espejo y los ojos de los demás.

2. No te encerrarás en tu casa, ni en tu habitación: Nada de jugar al enclaustrado o al preso voluntario. Saldrás a la calle y al campo de paseo. El agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.

3. Amarás el ejercicio físico como a ti mismo: Un rato de gimnasia, una caminata razonable dentro o fuera de casa, por lo menos abrir la puerta, regar las rosas, contestar el teléfono, baila aunque estés sola, haz cualquier movimiento que te despegue de la cama y del sillón. «Contra pereza, diligencia»

4. Evitarás actitudes y gestos de derrumbe: La cabeza gacha, la espalda encorvada por la tristeza, los pies arrastrándose. Recuerda que las canas se tiñen y las arrugas se disimulan con una amplia sonrisa.

5. No hablarás de tu edad ni te quejarás de tus achaques, reales o imaginarios: Acabarás por creerte de más edad de la que tienes y más enfermo de lo que en realidad estás. Cuando te pregunten ¿Cómo estás?, contestarás: ¡Muy bien! ¡Divinamente!.

6. Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas: «Al mal tiempo, buena cara». Sé positivo en los juicios, de buen humor en las palabras, alegre de rostro, amable en los ademanes. Se tiene la edad que se ejerce. La vejez no es cuestión de años sino un estado de ánimo. «El corazón no envejece».

7. Tratarás de ser útil a ti mismo y a los demás: No eres una rama desgajada del árbol de la vida. Bástate a ti mismo hasta donde te sea posible. Y ayuda, ayuda con una sonrisa, un consejo, un servicio. Al abrirte a los demás, dejarás de estar pensando en un «yo» angustiado y solitario. «Solo cuando se abre la nuez, aparece la almendra».

8. Trabajarás con tus manos y con tu mente: El trabajo es la terapia infalible. Cualquier actitud laboral, intelectual, artística. Haz algo, lo que sea y lo que puedas. Una ocupación artesanal, un rato de lectura, escucha buena música. La bendición del trabajo es medicina para todos los males.

9. Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas: Desde luego, las que se anidan en el hogar, integrándote a todos los miembros de tu familia. Ahí tienes la oportunidad de convivir con niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida. Convive, pero sin inmiscuirte en los problemas de los demás, a menos que expresamente te pidan un consejo. Recuerda: «Ver, oír y callar»

10. No pensarás que «todo el tiempo pasado fue mejor»: Deja de estar condenando tu presente. No digas a cada palabra: «las cosas andan mal, allá en mi tiempo…», «recuerdo que antes…» No vivas de recuerdos, mira hacia el futuro con alegría. Ponte nuevas metas, haz planes, ¡sueña! Positivo siempre, negativa jamás. Toda persona debería ser como la luna: «destinada a dar luz y como el sol: siempre dando calor»

Cada etapa de la vida tiene su belleza y su propósito. Aprendamos a abrazar cada momento y a disfrutar de la vida sin importar nuestra edad. La vejez puede ser una época maravillosa y significativa si la enfocamos de manera positiva y con una actitud de crecimiento y aprendizaje constante.

«No te lamentes por envejecer, es un privilegio negado a muchos».

Por Aleja Bama

Acerca de Aleja

"El trabajo sobre sí mismo está en no mirar, ni juzgar a los demás, sino comprender que todo lo que está a mí alrededor, está en mi interior".

MIRA TAMBIÉN

ORACIÓN DE LA ABUNDANCIA Y LAS FINANZAS

ORACIÓN DE LA ABUNDANCIA Y LAS FINANZAS

La «Oración de la Abundancia y las Finanzas» se presenta como una poderosa herramienta espiritual …