Maestro, quiero amarme a mi mismo; pero encuentro que este amor depende de mi estado de animo; ¿cómo encuentro el verdadero amor a mi mismo?. No se debe empezar por amarse a uno mismo, porque no sabes quien eres. Entonces ¿a quién vas a amar?.
Si empiezas por amarte a ti mismo, amarás solo a tu ego, que no eres tú; es una personalidad falsa. Casi todo el mundo ama su personalidad; todo el mundo ama su ego. Hasta la mujer más horrible, si le dices: “Que bonita eres”, no se negará a aceptarlo.
Cuantas cosas que sabes perfectamente bien que no son verdad has admitido. La gente dice que eres muy cariñoso, sincero, noble y honesto; y nunca lo niegas. Este no es el amor del que yo hablo. Sí. Me gustaría que te amarás a ti mismo, porque hasta que no te ames a ti mismo no puedes amar a nadie más. Y si no te has amado a ti mismo, no sabes lo que es amor. Pero antes de poder amarte a ti mismo tienes que conocerte; por eso el amor es secundario y la meditación es primordial.
El milagro es que si meditas, y poco a poco te sales del ego y de tu personalidad y descubres tu autentico ser, el amor vendrá por sí mismo. No tienes que hacer nada, es un florecimiento espontáneo. Pero sólo florece en cierto clima, y a ese clima yo le llamo meditación. En un clima de silencio, de repente verás que miles de flores se abren en tu interior, y su fragancia es el amor.
Naturalmente, primero te amarás a ti mismo, porque ese será tu primer encuentro. Primero serás consciente de la fragancia que esta surgiendo en ti, la luz que ha nacido en ti, y la felicidad que cae sobre ti. Luego, el amor se volverá tu misma naturaleza. Entonces amarás a muchos; lo amarás todo.
No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo.
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