El proceso de dejar ir el pasado para aferrarse al futuro a menudo genera una especie de vértigo emocional. Esto se debe a que identificamos el pasado con el camino seguro y conocido que dejamos a nuestra espalda y percibimos el futuro como un vacío que tenemos por delante, una apuesta incierta, un salto al vacío sin paracaídas. Por eso, si queremos avanzar con paso firme y sin remordimientos, es fundamental tomarnos el tiempo que necesitemos para sanar las heridas y reconstruirnos emocionalmente.
Leer más »