Químicamente hablando, somos carga energética positiva y negativa, para la física somos masa y energía, para los entendidos de dios y deidades somos alma divina y para Einstein somos energía que nunca se destruye, se transforma.
Pareciera que todas las ciencias y corrientes de pensamiento nos llevaran por el mismo camino. En diferentes épocas y palabras «somos energía» y si es así, entonces sentirnos cansados, desorientados, comer mucho sin efecto, no tener felicidad constante puede deberse a que estamos dominados por algún polo energético.
Lo bueno es que la cura es hermosamente sencilla y nos corresponde, por ser de nuestra propia naturaleza, la tierra.
La tierra es neutra, alberga, da vida, recibe, gesta y nos acoge porque tiene nuestra composición, entonces, si sientes que estás «cargada» camina sin zapatos en el parque, abraza un árbol y deja de pedir y quejarte, solo agradece.
La Tierra actúa como una batería gigante con un campo eléctrico que contiene una carga sutil. Es un tipo especial de energía presente naturalmente en el suelo. Todos los dispositivos eléctricos están conectados a la tierra por seguridad y estabilidad, lo que también se conoce como conexión a tierra.
La conexión a tierra tiene innumerables beneficios en nuestra salud y emociones. Inmersar en la energía de la madre tierra rejuvenece nuestros cuerpos y nos hace sentir bien más rápido, manteniéndonos en buena salud y espíritu.
A continuación se detallan algunos beneficios curativos comunes de la conexión a tierra:
- Reduce la inflamación en el cuerpo.
- Neutraliza los radicales libres y carcinógenos.
- Combate la fatiga y energiza el cuerpo.
- Alivia los dolores y bultos.
- Reduce los niveles de estrés y cortisol en el cuerpo.
- Ayuda a dormir mejor al eliminar los ronquidos, el insomnio, etc.
- Reduce la viscosidad de la sangre, una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares.
- Ayuda a tratar enfermedades crónicas inflamatorias y autoinmunes.
- También puede reducir el daño muscular debido a contracciones y ejercicios.
- Mejora la visión y la salud del cabello.
- Aligera el estado de ánimo y hace que uno se sienta bien más rápido.
- Recarga y rejuvenece el cuerpo, la mente y el espíritu.
- Te hace sentir centrado, equilibrado, energizado, sólido y fuerte.
Agradece que llegaste al lugar correcto, que es tu momento de sanar, que encuentras amor ilimitado, agradece sentirte mal para poder ir a recordar lo que es sentirte bien, abraza tu vida y agradécele a la tierra que reciba sin pedir nada a cambio esa «energía negativa», para ella, son cosquillas porque recuerda: es infinita fuente de regeneración todo lo que cae a la tierra termina siendo alimento o flor así de hermosa es.
Regresa a lo simple, ahí está la fuente de amor sincero e ilimitado.
