ORACIÓN DE LA ABUNDANCIA Y LAS FINANZAS

ORACIÓN DE LA ABUNDANCIA Y LAS FINANZAS

La «Oración de la Abundancia y las Finanzas» se presenta como una poderosa herramienta espiritual para aquellos que buscan guía y apoyo en el ámbito financiero. Esta oración no solo se centra en solicitar prosperidad material, sino que también busca fortalecer la conexión espiritual y encontrar equilibrio en la relación con el dinero.

Con sus palabras reflexivas y edificantes, esta oración invita a reflexionar sobre la abundancia en todas sus formas y a cultivar una mentalidad positiva hacia las finanzas. Exploraremos la esencia de esta oración y cómo puede servir como una práctica espiritual que va más allá de lo material, abordando la prosperidad desde una perspectiva integral.

Oración de la Abundancia y las Finanzas

Padre Celestial, Dios Amante y Bondadoso, rezo para que tú me bendigas abundantemente y bendigas a mi familia. Yo se que tú reconoces que una familia es más que el padre, la madre, la hermana o hermano, esposo, esposa, sino también, todos aquellos que también creen y confían en ti.

Padre, hago esta mándala pidiendo una bendición en las finanzas no solo para mí mismo sino para todos aquellos que la han orado. Y que el poder de la oración de grupo hecha por todos aquellos que creemos y confiamos en ti, nos alcance a todos. Te doy gracias por las bendiciones ya recibidas.

Padre, Dios, libra de sus deudas y de las presiones económicas a la persona que ahora está leyendo esta mándala. Dame tu Divina Sabiduría para ser un buen instrumento de todo lo que Tú me has encomendado. Padre, porque yo se cuán maravilloso eres y como nos bendices si solo obedecemos tu palabra y vivimos de acuerdo a ella, y sí tenemos fe como un grano de mostaza veremos como nos envías tus bendiciones. Te doy gracias, Señor por las recientes bendiciones que he recibido y por las bendiciones futuras, porque yo se que nos bendecirás aun más, en tu nombre, yo te pido» Amén.

Tome sesenta segundos y comparta rápidamente esta mándala, y en el plazo de horas usted habrá ocasionado que una multitud de gente rece a Dios por el bien de todos y cada uno. Luego relájese y observe cómo funciona el poder de Dios en su vida por hacer lo que usted sabe que Él ama. Amar al prójimo como a uno mismo.

Abundia, abundia, abundia, gran ser angelical de la Abundancia y la Prosperidad Divina, yo vengo aquí al valle sagrado de la petición sincera, de la petición divina. Extiendo mis brazos hacia ti. Amada Abundia y con gran respeto ofrendo mis peticiones para que sean saciadas con tu Divina voluntad y con toda tu fuerza y tu divina y extraordinaria potencia.

Abundia, abundia, abundia, úngeme en el mar sagrado de tu divina prosperidad y báñame con el chorro de los caudales del río sagrado de la abundancia, dame sabiduría para obtener cada una de las bendiciones que recibo, que estoy recibiendo y que voy a recibir de tus grandiosas bendiciones por tu bendita mano.

Dame oro que es el metal mas puro para purificar mis bolsillos, dame rubíes, dame zafiros, dame diamantes y dame olivos, llaves divinas para abrir puertas y que esas puertas lleven a mi y a mi familia por senderos de prosperidad y de abundancia infinita, y que todo tu poder y que toda tu fuerza caiga y recaiga sobre mi, sobre mis manecillas, sobre las arcas de mi hogar y sobre todo sobre la certeza firme de que tu abrirás ese grandioso Reino de Prosperidad y de Abundancia para poder obtener y saciar todas aquellas peticiones que en mi esperan, y que se realice de inmediato en el momento de yo leerlas, de yo sentirlas y de escucharlas, y que esto Así es, Así es, Así es.

Te pido: Dios todopoderoso, desde lo profundo de mi mente, que quites preocupaciones y temores; y traigas a mi casa seguridad y consuelo. Esta tu humilde hija te pide, con ruegos que traigas seguridad y quites desconsuelo. Haz que mi vida, Dios todopoderoso, y la de mi familia, esté llena de prosperidad y que las arcas de tu reino traigan abundancia en todos los tiempos.

Quita la pobreza de nuestras mentes; y llena nuestros bolsillos con monedas de oro de tus arcas, ten piedad de este anhelo, danos pan cuando tengamos hambre, danos agua si de sed se tratase, cobíjanos con las ropas de tu divino y santo amor, e ilumina nuestras mentes quitando el desconsuelo.

Te damos las gracias, a ti Dios misericordioso y protector y sabemos que tu escuchas nuestras peticiones; y nuestros anhelos y nos llenas con tus ríos manantiales puros de prosperidad y abundancia cósmica. Amén.

Al incorporar estas palabras llenas de esperanza y gratitud en nuestra práctica diaria, cultivamos no solo la riqueza material, sino también la riqueza interior. Que esta oración nos inspire a mantener una perspectiva positiva, a agradecer por lo que tenemos y a recibir con apertura las bendiciones que la vida nos ofrece en todas sus formas.

Por Aleja Bama

Acerca de Aleja

"El trabajo sobre sí mismo está en no mirar, ni juzgar a los demás, sino comprender que todo lo que está a mí alrededor, está en mi interior".

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