Todos sabemos lo que es el enojo y todos lo hemos sentido, ya sea como algo fugaz o como furia total. El enojo es una emoción humana totalmente normal y por lo general, saludable. No obstante, cuando perdemos el control de esta emoción y se vuelve destructiva, puede ocasionar muchos problemas en el trabajo, en las relaciones personales y en la calidad general de vida. Puede hacerlo sentir como si estuviera a merced de una emoción impredecible y poderosa.
Aquí aprenderás a como manejar el enojo y así evitar lastimar a las personas que nos rodean, que en la mayoría de los casos, son personas que nos quieren y a quien nosotros también queremos.
¿Por qué se enojan algunas personas más que otras?
Algunas personas realmente se exaltan más que otras enojándose con mayor facilidad y más intensamente que el promedio. También, hay quienes no demuestran su ira gritando pero son crónicamente irritables y malhumorados. Las personas que se enojan con facilidad no siempre insultan y lanzan cosas; a veces se retraen socialmente, se amargan o se enferman.
Las personas que se enojan con facilidad, por lo general, tienen lo que los psicólogos denominan baja tolerancia a la frustración, que significa que éstas sienten que no deberían estar sujetos a la frustración, irritación o a los inconvenientes. No pueden tomar las cosas con calma y se enfurecen, sobre todo si la situación parece de alguna manera injusta, por ejemplo, cuando se las corrige por un error de poca importancia.
¿Qué hace que estas personas sean así?
Hay varios factores. Un factor puede ser de origen genético o fisiológico. Existen pruebas de que algunos niños nacen irritables, sensibles y que se enojan con facilidad, y estos signos están presentes desde una edad muy temprana. Otro factor puede estar asociado a la manera como se les enseña a lidiar con el enojo. El enojo se considera a menudo como algo negativo; a muchos nos enseñan que está bien expresar la ansiedad, la depresión y otras emociones pero que no está bien expresar el enojo. Como resultado, no aprendemos cómo manejarlo o canalizarlo constructivamente.
Las investigaciones también hallaron que los antecedentes familiares desempeñan un papel importante. Generalmente, las personas que se enojan con facilidad vienen de familias problemáticas, caóticas y sin capacidad para la comunicación emocional.
Aprende diferentes tips para manejar el enojo y utilízalos de acuerdo a la situación que estás viviendo. No permitas que el coraje te domine y destruya tus relaciones.
1. Acepta las cosas que no puedes cambiar.
Hay muchas cosas que, a pesar de que nos lastiman o molestan, no podemos hacer nada al respecto. Ya sea porque no tienen solución o porque ésta no depende de nosotros. Sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos y sólo en ciertos aspectos. Nosotros nunca vamos a poder cambiar a otra persona, por mucho que la presionemos, si ella no quiere o puede hacerlo. En ocasiones vivimos experiencias que nos hacen sufrir o nos enojan y no tenemos ningún control sobre ellas. Enojarnos porque son injustas, porque no deberían de ser, etc., sólo aumenta nuestro dolor y coraje. Por lo tanto, lo mejor es aceptarlas, es decir, reconocer que así son, que se están dando.
Esto no quiere decir resignarnos, sin hacer nada. Al contrario, al aceptarlas, podemos ver que opciones tenemos.
Si no podemos cambiar la situación que estamos viviendo, podemos alejarnos de ella o cambiar nuestra actitud y forma de pensar.
2. Evita ser un eslabón en la cadena de agresión y enojo.
Con frecuencia el enojo no manejado y no expresado adecuadamente, a la persona que nos lo provocó, lo descargamos en otras personas y estas pueden hacer lo mismo, dándose una cadena sin fin. Por ejemplo, el jefe regaña al empleado, éste se desquita con su esposa, ella con los niños, ellos con el hijo de su vecino que va llorando con su mamá, ésta se enoja y así sucesivamente la cadena puede alargarse al infinito.
¿Cómo romperla?
Cuando se desquitan contigo, aunque sepas que es injusto, no discutas en ese momento. Después, elige el momento adecuado y habla las cosas, utilizando técnicas adecuadas de comunicación. Cuando tú estés enojada, analiza bien las causas y busca resolver los problemas con la persona adecuada. Utiliza las técnicas adecuadas para relajarte y tranquilizarte y si es necesario, comenta con la gente con la que estás en esos momentos, que estás enojada y/o de mal humor, pero que no es con ellos.
3. Date un «tiempo fuera»
No podemos dejar los problemas sin resolver, ni el enojo sin manejar, porque siguen surgiendo una y otra vez, creando nuevas dificultades. Por eso es importante hablar y aclarar las cosas con la persona involucrada.
Sin embargo, si estás muy enojado, antes de hablar, date un tiempo para disminuir tu coraje. Hazlo, distanciándote físicamente de la situación o la persona. Pero evita, durante ese tiempo, tener pensamientos que mantengan tu coraje. Lo ideal es hacer alguna actividad que te «obligue» a pensar en otra cosa. Aprovecha ese tiempo para trabajar en tu enojo, relajándote, leyendo un libro, oyendo música, dando un paseo, etc.
4. Desarrolla tu empatía
Ser empático significa comprender a la otra persona, entenderla, ponerse en sus zapatos. Cuando realmente podemos hacerlo, contactando con sus necesidades, sentimientos y pensamientos, podemos entender la razón de su conducta. Esto no significa que tenemos que estar de acuerdo con esa persona, pero sentir y ver las cosas desde su punto de vista, nos ayuda a tener una perspectiva diferente y a eliminar el enojo.
5. No personalices
No des por hecho que cuando alguien hace algo que te enoja o lastima, es con la intensión de causarte un daño a ti. En primer lugar no podemos adivinar el pensamiento y por lo tanto, la intención de la gente. En segundo lugar, no todo lo que sucede está relacionado con nosotros, aunque a veces es lo que pensamos. Pensar así es un error, que arrastramos de nuestra infancia y que nos hace sufrir innecesariamente. Si lo piensas, pregúntale a la persona involucrada, pero sin atacarla. Utilizando una comunicación adecuada.
6. Lleva un diario
Cuando nos enojamos con frecuencia o cuando la gente lo piensa, es importante llevar un diario para darnos cuenta de:
- Qué tan frecuentemente nos enojamos.
- El nivel de nuestro coraje.
- La causa o causas principales.
- Nuestra forma de pensar y cómo influye en alimentar nuestro coraje.
- Identificar «los disparadores» de nuestro enojo, para evitarlo.
- Desahogarnos.
Anota cada vez que te enojas, los siguientes datos: El día, la hora y responde del 1 al 10, en donde 10 es mucho y 1 nada.
- ¿Cómo crees que calificarían los demás tu enojo?
- ¿Cómo lo calificarías tú?
- ¿Qué está sucediendo?
- ¿Qué sucedió antes?
- ¿Qué piensas de lo que sucede o de la persona que te provocó el enojo?
Responde objetiva y detalladamente estas preguntas, cada vez que te enojes, para conocer la frecuencia e intensidad real, detectar qué tanto es un problema que te está afectando y cuáles son las causas. Elige algunas técnicas adecuadas, para solucionar el problema.
7. Analiza el nivel de tu autoestima
Una de las principales causas de nuestro enojo, es una autoestima baja. Todos tenemos ciertas áreas con una buena autoestima y otras con una autoestima baja. Creemos, equivocadamente, que reconocer que nuestra autoestima es baja, indica que estamos mal, que somos personas de «segunda». Esto es un error.
Lo único que indica, es que tuvimos un aprendizaje equivocado en algunos aspectos y que sería conveniente que lo trabajáramos, para sentirnos mejor y obtener mejores resultados en todo lo que hacemos.
«Por cada minuto que estás enojado, pierdes 60 segundos de felicidad»