La medicina moderna considera que la música puede ser un poderoso agente sanador. Quizá, la musicoterapia o la sanación sonora serán la medicina del futuro.
Desde hace mucho tiempo, la música ha sido considerada terapéutica. Desde la antigüedad, se ha utilizado en la curación de las personas.
El viejo Platón –tan viejo como Euterpe, la musa de la música– ya nos explicaba los distintos estados de ánimo que puede provocar la música en el hombre, y lo que él llamaba músicas positivas (que te hacen sentir activo, sereno, fuerte) y negativas (que provocan desánimo, temor y miedo).
Entre los pueblos primitivos, las canciones y los instrumentos musicales como el tambor se usaban no solo para aumentar el efecto de las hierbas o las drogas, sino también como un medio independiente de curación.
El poder de la música para sanar el cerebro
Actualmente, la sanación por medio de la música es cada vez más popular en la medicina. Se cree que ayuda en el tratamiento del estrés, la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el insomnio y el dolor crónico.
La gente pensaría que quizás escuchar música aumentaría los dolores de cabeza o las migrañas, pero en realidad puede ayudar a distraerte del dolor, porque tu cerebro no puede procesar esas dos cosas a la vez. Cuando tu cerebro está procesando música, está completamente involucrado.
Así lo explica Benjamin Tourtelot, quien a raíz de un accidente estuvo en coma durante 3 semanas y media, con un diagnóstico que lo sentenciaba a morir. Debido a una falla del equipo de trabajo que utilizaba, se desplomó de cabeza desde un helicóptero a la zona de aterrizaje, en una caída de 34 metros.
La caída resultó en el cráneo destrozado, dos brazos rotos y un nervio óptico seccionado; perdió la glándula pituitaria y una porción significativa del lóbulo frontal derecho de su cerebro.
A pesar de haber estado en coma, despertó; y cuando lo hizo, inició una terapia de música para sanar el cerebro.
Cantar, escribir y componer música como agente sanador
Según la revista Reset.me, la curación no ocurre sólo al escuchar música, sino también al componerla. Ambos procesos involucran muchas partes del cerebro, incluida la corteza motora primaria responsable de la planificación del movimiento, la corteza cerebral y el hipocampo, que apoyan la cognición y la memoria, y el cerebelo, que está conectado a la atención y la coordinación.
La música con anestesia es especialmente aplicable a la cirugía abdominal, pero se ha utilizado en casi todos los tipos de operaciones. Se ha encontrado que es especialmente útil para los pacientes con úlcera péptica que ya están tan tensos y nerviosos y con quienes los sedantes médicos de rutina no son muy efectivos. Es muy importante en los casos en que el paciente está demasiado viejo o enfermo para recibir sedantes.
El psiquiatra y pensador italiano Roberto Assagioli, pionero de la psicología humanista y transpersonal, en uno de sus ensayos (Music as a Cause of Disease and as a Healing Agent) concluyó:
Escribir canciones es especialmente útil. Actúa como un catalizador para poder hacer trabajos [terapéuticos] avanzados. Al componer puedes expresar y comunicar muchos pensamientos y sentimientos internos que no compartes verbalmente.
Según Rebecca Vaudreuil, musicoterapeuta certificada, la musicoterapia puede mejorar e interactuar con otras formas de rehabilitación relacionadas con el habla, la cognición, las habilidades motoras y la coordinación.
Veudreuil también señala que la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para crear nuevas vías neuronales) desempeña un papel importante en la musicoterapia.
Musicoterapia, o la medicina sonora para curar en el futuro
Además de componer música como medio para fortalecer su memoria y capacidades cognitivas, Tourtelot actualmente está aprendiendo a tocar el ukelele para mejorar su coordinación.
De acuerdo con diversos estudios, la música está vinculada al habla a través del canto y el lenguaje mediante el procesamiento de letras y significado de canciones, está asociada a la rehabilitación física mediante la reproducción de la música y el ritmo, y está vinculada a la recuperación cognitiva, ya que casi todas las partes del cerebro se activan al escuchar o componer música.
Sin duda, la música puede ser un poderoso agente sanador. Hay muchas y diversas formas en que puede ejecutarse y ejercer una influencia benéfica sobre el cuerpo y la mente.
A medida que se realizan más estudios con la música para sanar el cerebro, cada vez más personas lo consideran un tratamiento aceptable para muchas dolencias. Quizá, la musicoterapia o la sanación sonora serán la medicina del futuro.
Fuente: Ecoosfera