Todos hemos oído que la luna influye en las emociones de las personas, pero tal vez también muchas veces nos preguntamos qué tan cierto es.
La influencia de los astros sobre los seres humanos ha sido estudiada por la astrología, y desde ella se explica la influencia de la luna según su posición, tanto en el día en que nacimos como en cada día de nuestra vida. Fenómenos como las superlunas tienen también una influencia particular sobre las personas.
La neurociencia también se ha encargado de observar la relación de la luna con las emociones de las personas. El médico Mark Filippi, neurocientífico especialista en el método somático, explica el vínculo entre las fases de la luna y cuatro neurotransmisores básicos que se encuentran en el cerebro humano: la serotonina, la dopamina, la acetilcolina y la noradrenalina.
En la primera semana del ciclo lunar, la acetilcolina se vuelve protagonista en nuestro cerebro, volviéndonos más sensibles y receptivos. Luego llega el turno de los otros tres neuroreceptores. A continuación podrás aprender cómo nos afecta cada uno de ellos y en qué momento del mes su funcionamiento es más intenso.
Acetilcolina: de la luna nueva al cuarto creciente
En esta primera etapa de la luna, en la que ella no es visible en el cielo, y hasta que comienza a crecer, la acetilcolina es el neurotransmisor que predomina en el cerebro humano.
Durante esta semana de cada mes, todas las personas se encuentran más sensibles, abiertas a las actividades grupales y receptivas a nivel emocional. Es un tiempo de mucha energía y poca concentración: es buen momento para pensar nuevas ideas, pero no aun para trabajar a fondo en ellas.
La acetilcolina se asocia con la memoria y el aprendizaje, por eso la luna nueva es ideal para emprender nuevos proyectos y para comenzar a aprender una actividad.
Serotonina: del cuarto creciente a la luna llena
Cuando la luna crece y la serotonina toma el mando, el cuerpo tiene mucha energía y a la vez el cerebro puede ser creativo y trabajar con concentración. Es el momento ideal para la introspección; para encontrar un espacio solitario en el que puedan desplegarse momentos de lucidez e iluminación, ya que la serotonina es la sustancia que interviene en ellos.
En esta etapa podemos sentirnos plenos y satisfechos, pero no debe descuidarse la reflexión, para que no se caiga en una desilusión luego.
Dopamina: de la luna llena al cuarto menguante
La semana de la dopamina es una semana de distracción y divertimento. Desde la luna llena y luego de ella comienza el mejor momento del mes para el despliegue de las relaciones sociales, y también para actividades sociales o ecológicas que requieren empatía. Es cuando mejor podemos entender a los demás, no solo a nuestros seres queridos, sino a todo el mundo.
La dopamina está asociada al placer y a la exitación, por eso es una semana para disfrutar.
Noradrenalina: del cuarto menguante a la luna nueva
La etapa regida por la noradrenalina es un momento crítico del mes, en el que nos encontramos en un estado defensivo, como si supiéramos inconscientemente que debemos defendernos de algo.
Es una etapa de poca creatividad y de mucho análisis y reflexión. Se dice también que es una etapa de “fight or flight”, es decir, de huir o pelear. Es un momento en el que suelen tomarse decisiones. También es un momento agresivo, y de fragilidad nerviosa. Es el momento cúlmine de un ciclo, en donde algo muere y nos sentimos vulnerables, pero algo también está por volver a comenzar.
Fuente: Ecoosfera