La pobreza es una actitud, es la actitud de desperdiciarse a sí mismo. El pobre desperdicia su tiempo, desperdicia sus ideas y termina desperdiciando su dinero. La pobreza ni empieza, ni termina con el dinero, sino contigo. Se dice que nuestra mentalidad, produce nuestros resultados. Así que ya puedes imaginar lo mala que puede ser una mentalidad de pobreza.
La forma en cómo te tratas, define como la riqueza te va a tratar. Como es la habitación en la que duermes, así suele ser tu vida. Como está tu ropero, así suele estar tu vida. Como está tu cama, así suele estar tu vida.
Las cosas se parecen a sus dueños. Tu auto eres tú, tu ropa eres tú, el lugar en el que vives eres tú y tus vecinos, tu celular eres tú, tu computadora eres tú, tu refrigerador eres tú, tu alacena eres tú. No hablo de un parecido físico, sino del intangible: una persona limpia tiene cosas limpias, una persona ordenada, tiene cosas ordenadas. Una persona organizada tiene su vida organizada.
La persona que quiere hacer mejoras consistentes en su vida, empieza paso a paso, de menos a más. Detectando el tipo de mentalidad que poseen, corrigiendo pequeñas actitudes, pequeñas acciones, realizando los ajustes necesarios en caso de que esta se encuentre orientada hacia la escasez, y no hacia la abundancia; para eso es importante reconocer y aceptar ciertos errores y condicionamientos que no les permiten a las personas avanzar a una vida más plena, próspera y productiva.
En algún momentos todos hemos caído en estos hábitos, pero es necesario tomar conciencia de estas actitudes negativas para mejorar. La riqueza es producto del orden, de la previsión, de la limpieza, del respeto al tiempo, de la confianza en uno mismo.
No eres rico porque tienes un millón de dólares en la mano, al contrario: puedes tener un millón de dólares en la mano como resultado de ser rico. El dinero hay que administrarlo como si fuese medicina. No hay que cuidarlo, hay que valorarlo y respetarlo.
Debido a la relación directa de nuestra mente con nuestro cuerpo a través de nuestro cerebro, finalmente lo que pensamos y en aquello que nos enfocamos, es lo que terminamos haciendo. Es decir, tu mentalidad y visión del mundo, creará precisamente tu mundo
¿Cómo cambiar la Mentalidad de Pobreza?
Esto que voy a decir suena duro pero la mayoría de personas con mentalidad de pobreza es sucia, desordenada, por lo general son impuntuales, no valoran su tiempo y por eso muchas veces lo desperdician consumiendo televisión basura. Gastan lo poco que tienen en una cerveza, y jamás en un libro. Como ve, no son pobres por el sueldo o por el trabajo que tienen, sino por la forma en cómo se tratan a si mismos.
Una vez que ya eres conciente de que tienes mentalidad de pobreza, y puedes reconocerlo y aceptarlo; y estás dispuesto a cambiar todo eso, puedes empezar de la siguiente forma:
1. Cambiar las creencias.
Lo primero sería cambiar las creencias que han construido una mentalidad de pobreza en tu mente, por las creencias que te ayudarán a construir una mentalidad de riqueza. Reemplaza las creencias equivocadas que aprendiste en tu entorno familiar, en la escuela, o con amigos; por unas creencias que te den abundancia. Aunque esto suene sencillo y haya mucha información de como lograrlo, este cambio de mentalidad requiere más que “actitud positiva” o “piense y hágase rico” u otras fórmulas rápidas. Esto requiere de un proceso de constancia y firmeza.
2. Cambiar el entorno en el que vivimos.
Así como hemos adquirido una mentalidad de pobreza debido a nuestro entorno familiar y cultural, la mejor forma para reemplazar creencias de pobreza por creencias de riqueza es precisamente cambiar nuestro entorno. Así es, cambiar el ambiente que alimenta nuestros pensamientos. ¿Y como puedes lograr esto? Dejar de frecuentar personas con mentalidad de pobreza y estrechar lazos de amistad con personas más exitosas o que tienen lo que a ti te hace falta.
3. Nos convertimos en lo que vemos, leemos y oímos.
¿Cómo estás usando tu tiempo libre? ¿De qué estas llenando tu mente? ¿Cuántas horas le dedicas a la televisión, el internet y tus redes sociales? ¿Cuántos libros estás leyendo al año? Si queremos construir una mentalidad de riqueza la recomendación es que seas muy cuidadoso a la hora de decidir con que tipo de cosas vas a alimentar tu mente.
De las 24 horas del día se recomienda dedicar 8 horas para trabajar, 8 horas para descansar y 8 horas para hacer lo que más nos gusta hacer y para hacer de nosotros mejores personas.
Usar con sabiduría esas 8 horas para ser una mejor persona van a ayudarte mucho para cambiar toda mentalidad de pobreza por una mentalidad de abundancia. Por ejemplo, puedes reducir el tiempo que usas para navegar por tus redes sociales y en ese tiempo decide leer un libro, puedes inscribirte en un curso de emprendimiento, o terminar tus estudios inconclusos, de seguro que tu mentalidad cambiará.
Relaciónate mejor y busca alimentar tu mente con los contenidos correctos, y pon en práctica lo aprendido. No basta con saber lo que tienes que hacer, debes poner manos a la obra.
«Vive a partir de hoy una vida diferente, orden es coherencia y la coherencia arroja resultados inimaginables».