La práctica de la meditación para niños es un excelente método para obtener relajación, concentración y equilibrio. Realizarlo requiere de pocos minutos de tu tiempo al día, y no está ceñida a un camino religioso específico, por lo que es apta para todos.
El décimo cuarto Dalai Lama, Tenzin Gyatso, dijo una vez: “si le enseñáramos meditación a cada niño de 8 años, eliminaríamos la violencia en solo una generación”. Sólo por esta razón merecería la pena intentarlo.
Si tienes niños en casa o que forman parte de tu vida familiar, habrás notado que las exigencias del día a día y con tanta modernidad, han convertido a muchos de ellos en victimas del estrés, al igual que muchos adultos.
De allí la importancia de transmitir los conocimientos sobre la meditación a los más pequeños, como sugiere el Dalai Lama, y mostrarles como canalizar su energía para lograr relajación y paz interior.
15 Beneficios de la meditación para tu hijo
1. Será más responsable, tanto de sus cosas materiales como de sus emociones, de su vida y de su felicidad.
2. Se querrá más a sí mismo.
3. Se podrá concentrar mejor al ser capaz de enfocar su atención hacia lo que desea, sin caer en los despistes.
4. Tendrá menos ansiedad y menos estrés.
5. Dormirá mejor.
6. Será menos impulsivo.
7. Tendrá más autoestima, más seguridad y confianza en sí mismo.
8. Mejorará su rendimiento académico.
9. Mejorará la gestión de sus emociones.
10. Mejorará sus relaciones sociales. Mostrará más empatía y gratitud.
11. Mejorará su sistema inmunológico.
12. Será menos violento.
13. Será más capaz de enfrentarse a las frustraciones y a las dificultades, ya que desarrollará más capacidad de aceptación de lo que ocurre.
14. Será feliz.
15. Sentará las bases de una madurez más sólida.
Ten en cuenta que no se trata de imponer la meditación a nuestros hijos, los niños deben aceptar participar, por su propia voluntad, y asumir la meditación como una práctica natural y no una obligación.