Los niños perciben y viven intensamente todos los conflictos que se desarrollan en su entorno, sienten conflictos que los rodean como suyos propios, aunque son ajenos a ello, y no comprenden textualmente lo que se dice, y los expresan con sus recursos de niños.
Desde la concepción, gestación, nacimiento y de allí en adelante grabamos en nuestro ser toda la información relacionada con nuestra propia experiencia de la vida, la experiencia familiar del clan al cual pertenecemos, las expectativas que se ponen sobre nosotros, las creencias que vamos acumulando o heredando y también la herencia emocional psicogenealógica de nuestros ancestros. Las redes neuronales tienen como propósito ancestral y primigenio: la supervivencia. El inconsciente no distingue entre lo real, lo imaginario, lo simbólico o lo construido mentalmente…. Todo es igual de real.
Entonces, ¿cuál es la Lógica biológica?
El cerebro es el disco duro de un ordenador en el que se han instalado los programas de la supervivencia animal, de la especie y de nuestra genealogía. En el momento que se enciende el ordenador, el nacimiento, hay programas que se ponen en marcha de forma automática. Con Biodescodificación tratamos a los niños pequeños (0-7años) a través de la madre (o la persona que la sustituye) con quien tienen una estrecha conexión emocional. Es necesario que el consultante desee soltar la enfermedad, aprender de ella, liberarla, dejarla atrás y cambiando de actitud ante su vida continuar con sus próximas experiencias.
Proyecto Sentido
Cuando un niño está en el vientre de su madre, vive los estados emocionales de ella cien por cien. No existe una separación entre el yo de la madre y el yo del niño. La edad cronológica de la formación neurofisiológica del bebé se realiza hasta los tres años aproximadamente; hasta entonces el yo del niño es igual al yo de la mamá.
Nuestros niños no nos ponen nerviosos, ellos son el espejo en el cual debemos ver nuestro nerviosismo. Nuestros niños son el reflejo de la familia, de lo que pasa en nuestra familia. Nuestros niños no se ponen enfermos, los ponemos enfermos, y muchas veces son reparadores de cargas transgeneracionales.
No se trata de entrar en la culpabilidad, sino de saber y tener conciencia que podemos hacer muchos por nuestros hijos, si queremos que estén sanos, debemos cuidar nuestras emociones y sentimientos. Nuestros hijos son fiel reflejo de lo que rodea a la familia. Parece increíble, pero si reflexionamos y tomamos conciencia de que la realidad de todas las cosas es la unidad, comprenderemos que hay una unidad bebé-mamá.
El bebé siente como propio lo que le sucede a mamá: sus alegrías, sus tristezas, sus preocupaciones, y lo más importante aquello “no dicho”, lo “no expresado”. A esto le llamamos Proyecto Sentido (PS). Muchas enfermedades, se encuentran programadas en esta etapa de la vida.
A nivel racional es difícil de comprender, pero a nivel inconsciente está claro, el Inconsciente Biológico es inocente, y repite las pautas y programas que se instauran en esta etapa tan crítica y fundamental. El PS es una oportunidad de sanar unos errores que, de no somatizarse en lo físico, no tendrían fin. Carl G. Jung nos diría que el hijo muestra la sombra de sus padres y de sus ancestros y que lo hace a través de los síntomas físicos.
La sombra se refiere a las partes desconocidas de nuestra psique. Cuando el bebé está enfermo está mostrando una parte de la sombra de la madre, luego a medida que va creciendo, va creando otras relaciones o vínculos con el papá, con el hermano, etc. Cuando se trabaja con el PS, ocurre algo mágico: cuando la madre toma conciencia de todo el problema, el niño presenta una mejoría prácticamente instantánea. Las cosas se resuelven solas, porque nuestro inconsciente lucha por salir y expresarse, y cuando lo hace, desconecta los programas. Nuestro inconsciente quiere emplear toda la energía para vivir, y no para expresar lo “no resuelto” y “lo no dicho”.
Enric Corbera nos dice: “El proyecto sentido es múltiple, y en sus facetas se encuentran muchos de los programas que luego revivimos cuando somos adultos, por una fuerza del inconsciente que está relacionada con la fidelidad familiar. Romper ese lazo o bloqueo se hace imprescindible para poder vivir nuestro proyecto de vida libremente y sin condicionamiento.”
-Erika Herrera-
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