Los cristales y las piedras se han utilizado durante milenios y en muchas culturas antiguas, pues se creía en el poder curativo de la naturaleza a través de la vibración de la energía. Veneradas por todas las culturas de la humanidad (aún hasta nuestros días), las piedras guardan la memoria de la Tierra.
En un cristal tenemos pruebas claras de la existencia de un principio de la vida formativa, y aunque no podemos entender la vida de un cristal, no obstante es un ser vivo. – Nikola Tesla
La gemoterapia proviene de la medicina herbal que usa remedios fabricados de tejido embrionario de los árboles, arbustos, brotes y retoños. Todo este material se recoge en su pico de germinación anual para obtener numerosos nutrientes, vitaminas, hormonas de la planta y enzimas. Es decir que a través de lo que actualmente se conoce como gemas, cristales o minerales, se extrae no sólo numerosos nutrientes de la naturaleza, también energía natural que establece el flujo de energía en el cuerpo, el equilibrio físico, mental, emocional y espiritual de una persona.
Las propiedades de la gemoterapia depende de cada cristal, como por ejemplo:
- La amatista es una piedra para favorecer la meditación.
- La turmalina negra es una piedra para aumentar la energía y las defensas.
- El onix negro es la gema adecuada para superarte en la dimensión espiritual.
- El jade verde es una gema relacionada con la salud emocional.
- El ágata roja se relaciona con el incremento de la vitalidad tanto física como emocional.
- El cuarzo te brinda fuerza y energía.
Los cristales y las piedras se han utilizado durante milenios y en muchas culturas antiguas, pues se creía en el poder curativo de la naturaleza a través de la vibración de la energía: los romanos usaban los talismanes y amuletos de cristal para mejorar la salud y la protección en la batalla.
Los egipcios, el lapislázuli para reemplazar el corazón de la momia y fomentar la regeneración en el mundo, el cuarzo para equilibrar la energía del cuerpo a través de la iluminación y la conciencia, y las piedras preciosas en el ombligo para promover la energía sexual, atraer el amor y estimular la iluminación y despertar el tercer ojo.
Los chinos, la aguja de cristal para la acupuntura, la amatista para el cambio de un estado normal de consciencia meditativa; los griegos, la piedra hematita para volver invencibles a los guerreros a través de piedras que eran consideradas hielo eterno enviado del cielo. Los japoneses, el cuarzo japonés para equilibrar el corazón de un dragón y expresar su poder y sabiduría.
Con el paso del tiempo, la data científico ha ido desacreditando poco a poco las creencias, sin embargo uno de los científicos más prolijo e importantes de los tiempos consideró que la vibración de energía de todas las cosas, incluyendo las piedras, cristales y minerales: Nikola Tesla.
Él explicó que la vibración de la energía es fundamental para el entendimiento del universo, demostrando que ciertas formas de energía pueden cambiar la resonancia vibratoria de otras. Este es el concepto fundamental de los cristales y piedras que cambian la vibración de las células del cuerpo, los chakras y cuerpos de manera sutil a través de terapias alternativas.
Por otro lado, el físico James Clerk Maxwell usa los conceptos del electromagnetismo y de la teoría cuántica para explicar cómo todo vibra a una frecuencia determinada, lo que permite que los cristales posean una capacidad de cambiar las frecuencias de otros objetos y cuerpos cuando ocupan el mismo espacio. Un cristal, con sus propias oscilaciones de frecuencia, vibra dentro de un campo de energía a través de la ley física de la resonancia, la creación de un campo vibratorio superior y el impacto en el sistema nervioso y la transmisión de información del cerebro.
Fuente: Ecoosfera