La serotonina es un neurotransmisor que desempeña un papel crucial en la regulación del estado de ánimo, el sueño, el apetito y otras funciones fisiológicas. Es conocida como la «molécula de la felicidad» debido a su influencia en el bienestar emocional. Los niveles adecuados de serotonina están asociados con sentimientos de calma, felicidad y satisfacción. Uno de los primeros indicios de niveles bajos de serotonina puede ser la manifestación de síntomas de ansiedad y depresión.
La serotonina está íntimamente vinculada con la regulación del estado de ánimo, por lo que una insuficiencia puede traducirse en una sensación constante de tristeza, irritabilidad o apatía. El agotamiento emocional y la incapacidad para disfrutar de las actividades que antes nos brindaban placer también pueden ser signos reveladores. Así es que cuando los niveles de serotonina son los adecuados, nos sentimos positivos, felices, tranquilos y seguros. A la inversa, la falta de serotonina puede traer trastornos en este sentido.
En la actualidad, la falta de serotonina es uno de los problemas más comunes (en Estados Unidos el 70% de la población no tiene los niveles adecuados de dicha sustancia). Los motivos son muchos, pero el principal es uno: el estrés. La vida estresante que se vive actualmente hace que aumenten en nuestro cuerpo los niveles de cortisol, y esto lleva a una disminución de los de serotonina. Así, el estrés nos puede llevar a la tristeza, depresión, irritabilidad, problemas de sueño, ansiedad o compulsión.
Funciones Principales de la Serotonina
Siendo un neurotransmisor esencial, la serotonina despliega una función primordial en la comunicación entre distintas áreas nerviosas, incluyendo el cerebro. Esta molécula desempeña un papel crucial no solo en las emociones, sino también en procesos cognitivos y habilidades motoras. Con un enfoque particular, la serotonina ejerce influencia en diversos procesos y funciones vitales, entre los cuales destacan:
- Regulación de la depresión y la ansiedad.
- Incremento de la sensación de bienestar.
- Estimulación de la curación de heridas y la regeneración celular.
- Promoción de las Náuseas.
- Mantenimiento de la Salud Ósea.
- Control de Movimientos Intestinales y Función.
- Estimulación de las Regiones Cerebrales de Sueño y Vigilia.
Señales de Niveles Bajos de Serotonina
La serotonina se origina a partir del aminoácido triptófano, el cual se encuentra presente en alimentos como nueces, quesos y carnes. Cuando los niveles de triptófano son bajos, la producción de serotonina también tiende a disminuir. Como resultado, el cuerpo puede manifestar una variedad de síntomas tanto físicos como psicológicos. También puede influir una mala alimentación, un estilo de vida demasiado sedentario, la falta de luz solar, entre otros. Para saber si tienes bajos los niveles de serotonina en el cuerpo, debes prestar atención a estos signos:
1. Síntomas de Ansiedad y Depresión:
La serotonina desempeña un papel crucial en la regulación del estado de ánimo y las emociones. La disminución de los niveles de serotonina ha sido asociada con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión. Se ha demostrado que las personas que sufren ansiedad liberan una cantidad menor de serotonina en las áreas del cerebro responsables de los impulsos y del control emocional.
2. Compulsión por alimentos dulces o carbohidratos
La serotonina está involucrada en la regulación del apetito y la ingesta de alimentos. La disminución de los niveles de serotonina puede llevar a antojos de carbohidratos y dulces, lo que puede contribuir al aumento de peso. La serotonina juega un papel clave en la regulación de la ingesta de carbohidratos. Especialmente, por los dulces como chocolate, o los especialmente almidonados, como papas fritas, azúcares refinados, edulcorantes, bollería industrial o snacks.
3. Problemas digestivos
Además de en el cerebro, la serotonina también se produce en los intestinos. De hecho, hasta el 95% de la serotonina en sangre sale de allí. La serotonina también tiene un impacto en el sistema digestivo y puede influir en trastornos gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable. La serotonina juega un papel en la motilidad gastrointestinal y su alteración puede contribuir a problemas digestivos.
4. Trastornos del Sueño
:La serotonina está relacionada con la regulación del ciclo sueño-vigilia. La falta de serotonina puede alterar este ciclo, causando dificultades para conciliar el sueño y mantener un patrón de sueño saludable. La alteración de la serotonina está relacionada con trastornos del sueño como el insomnio. Además la melatonina que es otra sustancia vital en el cuerpo, y entre otras cosas es la reguladora del sueño. La disminución de la serotonina también baja los niveles de melatonina, puesto que son dos sustancias íntimamente conectadas.
5. Fatiga constante
En parte como consecuencia del punto anterior, es normal que, si sufres falta de serotonina, te sientas fatigado constantemente. El desánimo y los problemas para dormir posiblemente te hagan sentir agotado, sin fuerzas. Eso no hace más que potencial el círculo vicioso: estar casado te hace sentir más desanimado, baja aún más los niveles de serotonina, te sientes aún más cansado, etc.
6. Dificultad para Concentrarse
Los neurotransmisores, incluida la serotonina, juegan un papel importante en las funciones cognitivas como la concentración y la memoria. La falta de serotonina puede afectar negativamente estas funciones cognitivas. La alteración de la serotonina está relacionada con déficits en la memoria de trabajo.
7. Cambios en el Estado de Ánimo
Los niveles bajos de serotonina han sido asociados con cambios en el estado de ánimo, incluida la irritabilidad y la tristeza profunda. La disminución de la serotonina está relacionada con cambios negativos en el estado de ánimo en individuos sanos.
¿Cómo revertirlo?
Muchas personas combaten el déficit de serotonina con medicación (siempre prescrita por un profesional). Que en según que casos es necesario y se puede completar con las recomendaciones pero también en lugar de buscar un tratamiento farmacológico, puedes intentar revertir el problema con estos métodos naturales.
- Hacer ejercicio recreativo físico y mental: Realizar regularmente un ejercicio que te guste, yoga, caminar, arte-terapia, respiración consciente es un enorme aliado para aumentar los niveles de serotonina.
- Cambiar tu alimentación: Los hidratos de carbono son importantes para mantener niveles de serotonina normales, pero, como vimos, puede provocar problemas inversos. Una gran idea, entonces, es empezar a mejorar la alimentación, incorporando hidratos de carbono “buenos”: legumbres, quinoa, arroz integral, cacao puro, harina de coco orgánica, algas marinas, semillas de chia, jengibre, canela, ajonjolí, linaza molida, chile, frutas y verduras, huevos, pescado, salmón, pollo plancha, frutos secos, etc. También es importante comer mucha proteína, pues tiene otros componentes que ayudan a estar bien. Es decir, mantener una dieta equilibrada.
- Meditar: La meditación y el mindfulness son grandes aliados a la hora de bajar el estrés y aumentar los niveles de serotonina. También decir mantras con escucha activa y derecho a la ternura Ayudan a que te mantengas en el presente, y colaborar con todos los procesos cerebrales.
- Pasar tiempo al aire libre: Ejercitarse, ya dijimos, hace bien para aumentar la serotonina en sangre. Si además haces algo que te gusta al aire libre (caminar, andar en bicicleta o hacer yoga), el efecto será doble. Puesto que la luz del sol es indispensable para mantener los niveles de serotonina, debes acordarte de acercarte a la naturaleza siempre que puedas.
Si experimentamos alguno de estos síntomas, es importante buscar orientación médica y considerar las diferentes formas de aumentar nuestros niveles de serotonina de manera saludable. Desde adoptar un estilo de vida activo, nutrir nuestro cuerpo con alimentos adecuados y practicar técnicas de manejo del estrés, hasta explorar terapias y tratamientos respaldados por la ciencia, cada paso que damos hacia el bienestar es un paso hacia una vida más plena y saludable.
«Tu cuerpo es tu templo, cuídalo con amor y gratitud».
Por Aleja Bama