Dormir y descansar es indispensable para mantener tu salud, ¿pero por qué es tan difícil conciliar el sueño para algunas personas? Existen hábitos que son enemigos del sueño reparador que deberías intentar corregir para no amanecer al día siguiente cansado, con ojeras, con problemas para concentrarte, dolores de cabeza, ansiedad, hasta nerviosismo.
Los problemas de sueño constituyen una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida. Dormir es esencial para tu cuerpo y mente, un número mínimo de horas entre los adultos se estiman entre siete y nueve, una postura adecuada y un ambiente propicio de descanso, sin tecnología ni ruido, un espacio tranquilo y cómodo. Se debería dormir sin interrupciones para que el sueño sea efectivo y también el sueño debería ser lo suficientemente profundo para que sea reparador.
Las preocupaciones regulares de los adultos promedio puede ser causado por descansar pocas horas. Dormir bien es esencial para la regulación metabólica, sobre todo en los niños. Es importante abordar y resolver esta falta de sueño, empezando por detectar las causas.
1. Mala dieta
Tu alimentación puede afectar tu sueño y la falta de este puede afectar tu alimentación. Existe una relación entre alimento y sueño. De acuerdo con un estudio desarrollado por la RSPH (Real Sociedad de Salud Pública), más de un tercio de la gente come mal cuando duerme poco. Cuando una persona no ha dormido bien suele comer alimentos poco saludables, y por eso la falta de sueño está vinculada al aumento de peso. Entonces, si duermes bien, te alimentarás mejor.
Otro motivo por el cual puedas tener problemas para dormir es porque estas ingiriendo antes de dormir alimentos picantes que pueden contribuir a la acidez estomacal. Lo mismo ocurre con las cenas muy pesadas, quizá te vas a la cama con la barriga muy llena porque cenaste tarde y es molesto dormir de esa forma.
2. Adicto al café
El café es uno de los productos que debes evitar tomar antes de ir a dormir. La razón es que el efecto medio de la cafeína dura cinco horas en el cuerpo. Esto significa que si has bebido café al mediodía posiblemente tengas una cuarta parte de la dosis de esta bebida psicoactiva en tu cuerpo hasta pasadas diez horas después de tomarla.
La mayoría de la gente toma más de una taza al día, mucha gente incluso lo toma por la tarde e incluso por las noches. Si quieres tomar café lo ideal es hacerlo antes de las cinco de la tarde, después de esa hora puedes tomar descafeinado o poco cargado.
3. Ejercicio en horario inadecuado
El sueño y el ejercicio van de la mano, ambos se complementan. Hacer ejercicio con regularidad puede ayudarte a dormir mejor. Pero ten cuidado con respecto al horario en que haces ejercicios, evita acudir al gimnasio de noche o correr antes de ir a la cama. La actividad física aumenta el ritmo cardíaco y estimula el organismo con energía y una temperatura mayor en el cuerpo que puede ocasionar inquietud.
Lo ideal es practicar deporte por la mañana o bien por la tarde con lo que se consigue un sueño más profundo. O dejar pasar unas tres o cuatro horas desde que se produzca el ejercicio hasta el momento de ir a la cama.
4. Estrés
La presión profesional es uno de los principales motivos de dormir mal. No es fácil encontrar una sensación de calma antes de acostarse, especialmente cuando no puedes desconectarte de las exigencias del día.
Es importante respetar tu tiempo libre y de descanso, comunicarte de forma más clara sobre tus límites y habilidades en el trabajo, renegociar plazos en la medida de lo posible, delegar tareas, apostar porque la planificación. Además puedes realizar alguna actividad tranquila y relajante antes de acostarte que no implique una pantalla como el yoga, leer un libro, meditar, colorear, bordar o lo que más te guste.
5. Malos hábitos antes de dormir
A veces, el insomnio se debe a comportamientos arraigados desde hace mucho tiempo, como quedarte despierta hasta muy tarde o participar en actividades estimulantes antes de dormir. Otro mal habito que se da en la actualidad es que uno se va a la cama con el celular, y esa luz azul suprime la melatonina (la hormona que provoca el sueño).
Los fumadores dicen que fumar les relaja, pero esto no es cierto. El tabaco contiene nicotina y al igual que el café es un estimulante. Por eso cuando fumas antes de ir a la cama puede suceder que te despiertes por la noche.
Usa tu cama solo para dormir y, si no puedes conciliar el sueño en 15 minutos, levántate y sal de tu dormitorio. Lee o realiza otra actividad tranquila durante 15 a 20 minutos hasta que tengas sueño.